El obispo de la Diócesis de Matagalpa y preso político de la dictadura Ortega Murillo, monseñor Rolando Álvarez, «sufrió una caída», revelaron fuentes confiables al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). La denuncia del organismo se da a los 111 días de detención del purpurado.
«Recientemente, fuentes confiables confirmaron al Cenidh que monseñor Álvarez sufrió una caída. ¿Qué tipo de caída? Ahora, otras fuentes advierten que monseñor se encuentra enfermo y no está con su familia», se lee en una declaración publicada por la entidad de derechos humanos.
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Las «otras fuentes» a las que se refiere el Cenidh es el sacerdote exiliado Uriel Vallejos quien divulgó que monseñor Rolando Álvarez se encuentra enfermo y que la dictadura no permite que un médico privado atienda sus dolencias.
«Exigimos al régimen Ortega Murillo que libere de inmediato a Monseñor Rolando Álvarez y demás sacerdotes presos injustamente. A la alta jerarquía de la Iglesia católica le pedimos que compartan con la feligresía la información que tienen. ¿Por qué callan?», demandó el Cenidh.
«Monseñor Rolando Álvarez está enfermo. La atención médica la brinda el mismo sistema y su alimentación también», señaló el padre Vallejos en su cuenta de Twitter y aseguró que los sacerdotes y seminaristas presos también presentan afectaciones en su salud por el encierro al que los somete el régimen Ortega-Murillo.
Monseñor Rolando Álvarez es uno de los 12 religiosos presos, a quien la dictadura de Daniel Ortega los señala de delitos comunes o por «desestabilizar el país». Hasta el momento, el Ministerio Público no ha presentado una acusación formal contra el prelado.
En el mensaje de adviento 2022, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió un comunicado donde afirmó que pese a las adversidades, incertidumbres y dolores, «nuestra Madre, la Virgen, no nos abandona».
Los obispos únicamente se enfocaron en externar su preocupación por la migración masiva de nicaragüenses y callaron sobre la persecución del régimen de Nicaragua contra la Iglesia, que incluye la expulsión de las Misioneras de la Caridad, el arresto domiciliar de monseñor Rolando Álvarez, el destierro de unos ocho religiosos y el exilio de 55 sacerdotes, según organismos de derechos humanos.
El informe «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?» recoge 396 ataques del régimen contra la Iglesia católica de abril 2018 al 16 de noviembre de este año. El documento advierte que la represión de Ortega y Murillo podría aumentar en los próximos meses.
Los informes de 2018 a 2021 sobre libertad religiosa de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), señalaron al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo de atentar contra la libertad religiosa y de culto de los nicaragüenses, al tiempo que condenó las agresiones de partidarios fanatizados contra la Iglesia.
