El exmiembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y exguerrillero sandinista, Moisés Hassan, visualiza como una debilidad e inconformidades internas dentro de las filas del régimen de Daniel Ortega, la reciente renuncia de Marisol Castillo al cargo de miembro propietaria del Consejo Superior de la Contraloría General de la República.
Su retiro causó revuelo por ser la esposa de Lenín Cerna, exjefe de la seguridad del Estado del primer régimen sandinista en los 80 y uno de los últimos sancionados por el gobierno de los Estados Unidos.
El analista político mencionó que otro descontento interno de los altos miembros del régimen sandinista se vive en el Poder Judicial, donde se vio obligada a renunciar a su cargo la magistrada Ileana Pérez, también remarcó el hostigamiento a la presidenta de ese poder del Estado, la magistrada Alba Luz Ramos, donde se maneja que su personal de confianza fue investigado por miembros de la Dirección de Auxilio Judicial, a pesar que esta funcionaria ha mostrado lealtad en el aval del enjuiciamiento y condena a los presos políticos.
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“Ortega se mantiene en el poder a través de una farsa electoral que realizó en las elecciones nacionales del siete de noviembre del 2021, pero esa estrategia no le garantiza su continuidad, porque se encuentra totalmente aislado por la comunidad internacional y rechazado por la mayor parte de la población, pero él busca cómo aparentar fortaleza, como el haber adjudicado a su partido en las recientes votaciones municipales 153 alcaldías, mediante el control férreo que mantiene en el Poder Electoral”, recalcó.
También cataloga como actos de torpeza y estupidez prohibir la entrada al país de sacerdotes diocesanos y religiosos de órdenes, como los Jesuitas y Franciscanos, así como la expulsión del país de las Misioneras de la Caridad de la orden de madre Teresa de Calcuta.
“Si Ortega estuviera fuerte no cometería todos estos actos de estupidez y los comete, para mostrar fortaleza, precisamente porque están débiles y se encuentra como el matón acorralado que pega grito, buscando asustar y estrechar a la gente que lo está apretando, esa es la situación del orteguismo”, detalló Hassan.
Ortega siente pánico
El analista político enfatizó que Ortega está lleno de pánico, porque teme que cada alcaldía que no controle se le convierta en un posible punto donde se aglutine la población que lo rechaza. Remarcó que el orteguismo está claro que dentro de los miles de nicaragüenses que abandonan el país para viajar a los Estados Unidos se encuentran sus bases y hasta paramilitares que sembraron el terror en las protestas cívicas de abril del 2018, quienes temen ser enjuiciados en un futuro.
La reciente captura y liberación inmediata de María Germania Carrión, esposa del expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y reo político, José Adán Aguerri; es otro de los actos de torpeza que enumera el político, al considerar que el régimen estaba tocando al organismo que tal vez es lo más importante para aferrarse al poder como es el Ejército.
“Recordemos que Germania Carrión es hija del exjefe del Ejército Javier Carrión y alguien debió advertirle a Ortega que esa decisión podría causar un gran malestar dentro de las filas del Ejército a nivel de los cuadros medios, por lo cual se vio obligado a liberarla y esto nos demuestra los actos de desesperación que viven internamente en el orteguismo”, apunta.
Libertad de presos políticos, bajo negociación
Moisés Hassan sostiene que el régimen de Ortega a mediano plazo buscará instalar un diálogo para encontrar una salida a la situación difícil que enfrenta el régimen y asegura que hay sectores en el país interesados en sentarse a negociar con él, como el gran capital, que busca la liberación de representantes de la empresa privada que guardan prisión desde hace más de un año.
También recalcó que dentro de esa mesa de diálogo participaría la Iglesia católica a través del vaticano para buscar una solución al encarcelamiento de sus miembros, como monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa; y varios sacerdotes y sostiene que dentro del sector político buscará como sus partidos colaboracionistas se integren a la mesa para dar apariencia de pluralidad.
“Es muy ingenuo pensar que Ortega rechace un diálogo, porque él busca una salida como los años de 1990 que le permitió quitarse de encima la dirección nacional del Frente Sandinista y quedar como único poder sometiendo a la presidenta (Violeta) Barrios Chamorro, va a iniciar ganando puntos liberando algunos presos políticos, quizás antes o después de Navidad”, finalizó.