El preso político Irving Larios cumple este miércoles, 16 de noviembre, 420 días en cautiverio, 82 de ellos en aislamiento e incomunicación sin permitirle visitas de sus familiares que demandan una «prueba de vida».
Larios está detenido en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote», un centro de la dictadura usado para someter a los presos políticos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, denunciaron familiares y organismos de derechos humanos.
Raity Larios, hija del preso político, dijo que en la última visita a su padre a finales de agosto, lo vieron «bastante deteriorado» y tenía una «pelota en el brazo» que no había sido tratada por los médicos.
Noticia relacionada: Irving Larios luce «fuerte y digno» frente a una dictadura que lo «intenta destruir»
«Nos comentó también que había tenido muchos subidones de presión por su condición de hipertensión. Siempre bajando más de peso, ya llevaba 40 libras menos, esa última vez estaba pesando 135 libras. Además, esto se atenúa con la situación de que nos informó que iba a iniciar una huelga de hambre», destacó
«Estamos desesperados, no son ni uno o dos meses, son 81 días que cumplimos sin saber absolutamente nada de ellos. Tanto mi familia como todos los familiares nos encontramos en una situación difícil porque sabemos que, tanto ellos como nosotros, estamos viviendo una tortura física para ellos, pero también psicológica y emocional para todos», subrayó Larios ayer, 15 de noviembre, en conferencia de prensa.
El preso político inició una huelga de hambre el 24 de septiembre en solidaridad con Miguel Mendoza, su compañero de celda que también sin ingerir alimentos sólidos para que lo dejen ver a su hija. Larios inició esa protesta pacífica en demanda de atención médica especializada y mejoras en la alimentación.
El pasado 31 de agosto, la dictadura presentó por primera vez ante sus medios oficialistas al preso político, a quien trasladó a los juzgados de Managua. El miembro de la Articulación de Movimientos Sociales (AMS) fue exhibido con su rostro demacrado. Las fotografías muestran las secuelas que han dejado en el opositor más de un año de encierro.
Ante esta situación, los familiares de Irving Larios señalaron que el régimen de Ortega-Murillo intenta «destruir» al reo político «por defender la justicia social, la libertad y la democracia» en el país; y pese a eso, el opositor mostró «dignidad aún con las manos esposadas, esa dignidad que moverá montañas para liberarte a vos y a todos las personas presas políticas».
Condenado a 13 años de prisión
Irving Larios fue arrestado en su vivienda el 20 septiembre de 2021 por la Policía del régimen. La dictadura lo acusó de violar la Ley 1042, Ley Especial de Ciberdelitos, la misma herramienta jurídica que ocupó para judicializar a más de 40 líderes de oposición que están encarcelados desde finales de mayo del año pasado en el contexto electoral.
Irving Larios es economista, sociólogo y es presidente del Instituto de Investigaciones y Gestión Social (INGES). Esa entidad facilita y acompaña procesos de participación ciudadana, equidad de género, cambio generacional y la concertación de acciones para el desarrollo.
El nueve de marzo de 2022, la jueza Décimo Distrito Penal de Juicios, Nancy Aguirre Gudiel, condenó al preso político Irving Larios a una pena de 13 años de cárcel y la inhabilitación para ejercer cargos públicos. Además del pago de 800 días multa, unos 160 mil córdobas.
La judicial fue sancionada por Estados Unidos el pasado 15 de julio por «estar involucrada en actos de corrupción y ataques a la democracia» en la nación Nicaragua. Aguirre Gudiel fue parte de los designados por el régimen para realizar juicios en la DAJ contra los presos políticos detenidos en el contexto electoral.