La diputada federal de México Laura Patria Contreras se sumó a la campaña «Rompiendo cadenas» y amadrinó al cronista deportivo y preso político nicaragüense Miguel Mendoza. La parlamentaria demandó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que libere «inmediatamente» al reo de conciencia.
«Vivimos una terrible crisis de violaciones a los derechos humanos caracterizada por el ejercicio abusivo de la fuerza para reprimir y callar voces contrarias al Gobierno, por ello es importante visibilizar los casos de arbitrariedad por parte de los Estados», dijo Laura Contreras en un video publicado en sus redes sociales.
El periodista y crítico del régimen Ortega y Murillo fue declarado culpable por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas. Las «pruebas» fueron las publicaciones en su cuenta de Twitter. La justicia orteguista lo condenó a nueve años de cárcel.
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«Hoy tengo la gran oportunidad y poder ser la voz y visibilizar el caso de Miguel Ángel Mendoza Urbina, preso político en Nicaragua. Miguel Mendoza es un periodista deportivo, padre de familia, quien fue detenido el 21 de junio de 2021 sin que se mostrara ninguna orden de detención. Durante los 72 días posteriores a su arbitraria detención su familia no obtuvo ninguna información oficial sobre su paradero, estado físico y psicológico», denunció.
La madrina del preso político aseguró que Miguel Mendoza lo único que hizo fue «ejercer su derecho a la libertad de expresión» y que por eso la dictadura de Nicaragua lo mantiene en prisión para callar su voz y que no siga denunciando los abusos del régimen.
«Hoy, a casi un año y medio de la privación de su libertad, Miguel Ángel (Mendoza) fue condenado a nueve años de prisión imputándole el delito de conspiración y argumentando que era un peligro para la integridad nacional. Exigimos la inmediata libertad de Miguel Mendoza.», afirmó.
Miguel Mendoza lleva lleva 514 días sin ver a su hija Alejandra quien ha pedido, a través de mensajes en redes sociales, que le permitan abrazar a su papá. Desde ese entonces, el preso político y sus parientes demandan a la dictadura que autorice visitas para su hija. La última vez que su familia supo de su estado de salud fue el pasado 27 de agosto.
Durante su encierro, Miguel Mendoza ha perdido más de 30 libras de peso en prisión y cuando fue presentado en los juzgados de Managua se notó delgado. Sus familiares han denunciado que padece varias enfermedades que no son atendidas por un médico especialista, situación que se repite con todos los detenidos en las celdas de la dictadura de Nicaragua.