El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez Lagos, cumple este sábado, 12 de noviembre, 100 días de estar detenido por la Policía de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Desde el cuatro de agosto fue encerrado e impedido de salir del Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa por la Policía Nacional de Ortega y Murillo. Fue sustraído de ese sitio por agentes policiales la madrugada del 19 de agosto.
Diversos organismos locales e internacionales, destacados políticos y opositores nicaragüenses han demandado de manera constante que el régimen muestre al prelado y se constate su estado físico y de salud.
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Aunque no se sabe de manera oficial dónde está monseñor Álvarez, una fuente reveló a Artículo 66 que el sacerdote se encuentra en casa de unos familiares, cerca de la empresa Cargill, en carretera a Masaya.
«La casa está ubicada a unos 100 metros de la empresa Cargill, en la comarca Los Madrigales, es un camino estrecho. Hay un tope, es la única casa elegante y grande que hay en esa zona, se mantienen tres o cuatro antimotines, los que son relevados a las seis de la tarde. Diario sale una patrulla llena de policías y carros con vidrios oscuros», agregó el informante.
Este medio de comunicación constató que en la zona patrullan a diario varias camionetas de la institución policial y la casa donde supuestamente se encuentra el obispo de Matagalpa está «resguardada» por antimotines.
Monseñor Rolando Álvarez es el único de 12 religiosos encarcelados que permanece en su vivienda con custodia policial, pero con las mismas restricciones y la vigilancia en todo momento. Además, tampoco se ha presentado oficialmente una acusación contra el purpurado. Los otros once religiosos fueron señalados, entre otros delitos, por conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.