Con el retorno de Luiz Inácio Lula da Silva a la Presidencia de Brasil se ha especulado sobre su posible acercamiento con los regímenes de Nicaragua, Venezuela y Cuba. El analista político y sociólogo Óscar René Vargas descarta que eso vaya a ocurrir, pero aclaró que el nuevo Gobierno de Lula no confrontará políticamente a dichos países y que tampoco será un aliado para Daniel Ortega, Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.
Vargas dijo en el Podcast AHORA de Artículo 66 que la polarización política en Brasil es uno de los factores que tomará en cuenta el Gobierno de Lula porque tendrá que aplicar una política de inclusión con los sectores sociales que votaron por Jair Bolsonaro, el presidente saliente del gigante latinoamericano, para lograr «descompresionar» al país. «La experiencia de los gobiernos anteriores a Lula nos permite prever que va a ser esa la lógica que se va a implementar», explicó.
«Lula es un presidente progresista y democrático, lo ha demostrado en sus gobiernos anteriores. Entonces, cuando se visualiza América Latina con cinco gobiernos progresistas, pero todos ellos democráticos, que llegaron por elecciones y no tienen pretensiones de permanecer en el poder; sino seguir el proceso democrático interno de cada país. Eso va a influir en la región centroamericana y latinoamericana», añadió.
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El analista considera que en el caso de Nicaragua la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo no ganó un aliado político en la región; más bien, estima que la influencia de los gobiernos progresistas de Lula, Gabriel Boric, en Chile; Alberto Fernández, en Argentina; y Gustavo Petro, en Colombia; empujarán a la región centroamericana y latinoamericana a que «tienen que adoptar una visión más democrática».
«Evidentemente que Lula no va a contraponerse al Gobierno de Ortega, pero tampoco va a ser un aliado político; así como tampoco es un aliado político el Gobierno de Gustavo Petro o Gabriel Boric. Ortega va a tener que escuchar más la propuesta de una salida democrática en Nicaragua por parte de estos gobiernos que han buscado una escalera de salida a Ortega, no van a confrontarlo políticamente, pero no son aliados», subrayó Vargas.
Algunos opositores nicaragüenses dicen que hay que «esperar» para ver cuál será la política exterior que llevará el Gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva respecto al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aunque consideran que las relaciones pasadas entre el mandatario electo de Brasil y el dictador de Nicaragua «pesarán mucho».
Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil con el 50,90 % de los votos válidos en la segunda vuelta de las presidenciales de este domingo, frente al 49,10 % del mandatario Jair Bolsonaro, tras haber sido escrutado el 99,98 % del total, según los datos oficiales.