El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, afirmó este lunes en el Vaticano que hay seguir dialogando con el gobierno de Nicaragua, a pesar de las difíciles relaciones con el presidente sandinista Daniel Ortega, quien ha tildado de “golpistas” y “terroristas” a los obispos.
“Siempre debemos continuar con el diálogo. El diálogo comienza pero no sabemos cuándo termina, hay que seguir adelante, promoverlo siempre. El papa siempre nos da esta indicación: el diálogo no puede terminar”, dijo el cardenal tras participar en la presentación de un documento del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM).
Brenes, quien también hoy fue recibido por el papa explicó que Francisco “conoce bien la situación y que siempre está informado” y que le dijo que “siguiera adelante con la predicación y con el acompañamiento de nuestro pueblo, sobre todo para estar con nuestro pueblo humilde y sensible y cercano a los sacerdotes”.
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El cardenal expresó su preocupación por “el problema de la emigración”. “Es una gran preocupación para nosotros y también para el Santo Padre. La emigración es un dolor muy grande porque la familia se abandona, hay serios riesgos de ir, por ejemplo, a Estados Unidos, pasando por Honduras, Guatemala… Es realmente difícil”.
A pesar de haber sufrido agresiones en pasado, Brenes aseguró que no tiene miedo “No tengo miedo. Yo voy por las parroquias, manejo un auto, si me paro en un semáforo hablo con quien me encuentro”, añadió.
Admitió que siente preocupación, pero agregó: “Tengo que ser el primero en mostrar esperanza y confianza en Dios”.
El Gobierno de Ortega expulsó del país a las misioneras de la Caridad, congregación que fundó la Madre Teresa de Calcuta, así como al nuncio, Waldemar Stanislaw Sommertag, mientras que continua en arresto domiciliario el obispo de la diócesis de Matagalpa (norte), Rolando Álvarez.
Asimismo, la Justicia nicaragüense sentará en el banquillo de los acusados, el 1 de diciembre próximo, a cuatro sacerdotes católicos, entre ellos Alvárez, más dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa, para responder por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.
El pasado 21 de agosto el papa expresó tras el rezo del ángelus su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua e instó a “un diálogo abierto y sincero” para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacifica”. EFE