El exaspirante a la Presidencia de Nicaragua, el preso político Miguel Mora, cumple este 20 de octubre 16 meses de estar confinado en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como «El Chipote», un centro donde los opositores son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según denuncias de sus familiares y organismos de derechos humanos.
Mora, junto a un grupo de 26 rehenes de conciencia está bajo un régimen de incomunicación por parte de la pareja dictatorial. Ortega y Murillo han ordenado mantenerlos sin visitas familiares desde hace 50 días, en todo ese tiempo, los familiares han demandado información de su estado de salud y físico, pero solo reciben amenazas.
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Mora fue condenado por la jueza Segundo de Distrito Penal de Juicios de Managua, Nadia Camila Tardencilla a 13 años de prisión, supuestamente por conspirar «para cometer menoscabo a la integridad nacional». La judicial orteguista fue sancionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos el pasado 15 de julio de este año.
Tardencilla Rodríguez dirigió los juicios falsos de los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez; el analista político Edgar Parrales; el gerente general del diario La Prensa Juan Lorenzo Holmann y el experto electoral Harry Chávez.
En los meses de julio y agosto, el preso político realizó una huelga de hambre que duró más de 50 días para que la dictadura lo dejara ver a su hijo del mismo nombre. Ante esta situación. Miguel Mora Chávez, conocido como «Miguelito», pudo ver por primera vez a su padre, Miguel Mora Barberena, encarcelado en «El Nuevo Chipote», desde el 20 de junio de 2021.
El periodista fue objeto de agresiones, acoso cibernético de adeptos al régimen y le fueron confiscados los equipos, la frecuencia e instalaciones del Canal 100% Noticias. Desde finales de 2018, estuvo preso por primera vez durante seis meses en el Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, en Tipitapa.
