La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo envió sus condolencias al cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, ante el fallecimiento de su madre Lilliam Solórzano de Brenes.
La mamá de la máxima autoridad de la Iglesia católica de Nicaragua murió la mañana de este jueves, 29 de septiembre, después de meses batallando con múltiples padecimientos.
Las honras fúnebres iniciarán este mismo jueves a partir de las 3:00 p.m. Será velada en su casa, para luego realizar misa de cuerpo presente el viernes a las 10 de mañana en la Catedral de Managua, seguido de su entierro en Ticuantepe. «Oramos por su alma y rogamos a Dios regale consuelo al señor arzobispo y a toda su familia», expresó mediante un comunicado oficial la Arquidiócesis de Managua.
Noticia relacionada: Madre del cardenal Brenes será sepultada mañana en su natal Ticuantepe
«La Presidencia de la República y el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional saludan con respeto en estas horas dolientes a su eminencia cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano y a su familia juntamente entristecidos por la partida de doña Lilliam Solórzano de Brenes, madre de todos y amiga de tantos», dijo Rosario Murillo, portavoz del régimen este tarde en su alocución diaria.
«Con la consideración y amistad de las familias de Ticuantepe, de las alcaldías de Managua y Ticuantepe y de todos nosotros, despedimos a doña Lilliam seguro de que el amor al Padre y a nuestra Madre Santísima nos seguirá reuniendo inspirados para continuar labrando caminos de paz, de entendimiento y de bien común como proclama nuestra fe cristiana», añadió Murillo.
En agosto, el cardenal Leopoldo Brenes canceló un importante viaje a Roma, donde se reuniría con el papa Francisco, para acompañar a su mamá que estaba hospitalizada. Ambos tenían una relación estrecha, vivían juntos en el barrio Altagracia y en los últimos años había tenido varias recaídas de salud debido a su edad.
«Que el Padre de todos, que el Espíritu Santo, que Jesús el divino maestro den consuelo a Su Eminencia Reverendísima Leopoldo José y a toda su familia porque ella está gozando en la presencia del Padre. Nuestras oraciones y nuestro cariño», concluyó la vicedictadora del régimen.