La relación de cooperación que existe entre Rusia y Nicaragua es considerada «alarmante» por Estados Unidos, incluso más que los acercamientos entre el país europeo con los gobiernos de Cuba y Venezuela.
«Creo que, francamente, estoy más preocupado por Rusia y Nicaragua en este momento particular que por Venezuela y Cuba», afirmó el director principal para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan González. Según él, los cubanos saben que «hay un poco de línea» con Estados Unidos, y Venezuela quiere en última instancia que se alivie la presión de las sanciones.
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«Saben que convertirse en una, ya sabes, base de silos militares para Rusia sería algo que socavaría sus intereses económicos», expresó González acerca de Venezuela en el evento auspiciado por el Instituto de Paz de los Estados Unidos, con sede en Washington.
Una posible instalación de una base militar rusa en Nicaragua es algo que la administración de Joe Biden ve más realizable por el radicalismo de Ortega. «El papel de Rusia y las actividades de Rusia y Nicaragua, para mí, son alarmantes», reiteró.
La instalación de una base militar rusa, según el portavoz, es algo que el hemisferio «no desea» debido a las implicaciones que podría traer para la estabilidad en la región.
El abogado Juan Diego Barberena, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), cree que el apoyo de Ortega a Rusia ante la comunidad internacional desencadenará «consecuencias geopolíticas fuertes» para el régimen de Nicaragua. Afirma que la dictadura podría quedar «sin duda más aislada».
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Pero además, subraya que el régimen se encuentra poniendo en peligro al país y la seguridad nacional porque «vamos a ver todas estas autorizaciones a tropas rusas, aunque sea por entrenamiento al territorio nacional, ponen al país en un conflicto que en principio creíamos que ya estaba superado. Pareciera que Ortega no comprende que esto lo aísla internacionalmente».
«Toda condena internacional hacia el conflicto a Ucrania tendrá consecuencias para los intereses de la dictadura Ortega-Murillo que ha apoyado un conflicto geoestratégico y geopolítico donde no tiene mucha partida por la cual apoyarlo», asegura Barberena.
