Las hermanas de 7 y 10 años asesinadas en Ciudad Belén el pasado viernes, dos de septiembre, se defendieron de sus asesinos que intentaron violarlas después que las raptaron en el vecindario. El fiscal del Ministerio Público relató que una de las niñas mordió a su agresor cuando este trataba de abusar sexualmente de ella.
Alfredo Lara, de 19 años y el adolescente de 16 años fueron acusados por el Ministerio Público por el delito de asesinato agravado y violación en grado de tentativa; la otra acusada, Alison Salgado, fue señalada de cómplice en ambos delitos porque ella vigilaba mientras los dos sujetos cometían el crimen.
El fiscal relató que Lara le quitó la vestimenta a la niña de iniciales I.J.U., 7 años, con intenciones de violarla, pero la niña se puso a llorar, entonces el hombre le propinó golpes y con un trapo le tapó la boca y nariz de la menor. Ejerció presión y la asesinó por asfixia mecánica (por sofocación).
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El libelo acusatorio explica que el adolescente intentó violar a la niña de iniciales M.J.U., de 10 años y al no poder consumar la violación el sujeto le dio varios golpes en la boca, abdomen y pubis a la niña. La menor falleció por trauma craneoencefálico severo, causado con objeto contundente. La víctima también presenta moretones de color verde en la región del pubis.
«Existen evidencias físicas de lesiones de patrón de huella de mordedura humana en proceso de cicatrización, y de igual manera esta huella se encontraba en la espalda del acusado, exactamente en la región escapular lado izquierdo, que fue el momento que una de las niñas en defensa procedió a realizarle una mordedura», dijo el fiscal del Ministerio Público.
«En este dictamen se acredita que existe una comparación de esa lesión (mordedura) con la dentadura de una de las niñas que corresponde a la víctima de iniciales M.J.U., concluyendo este doctor que efectivamente guarda coincidencia con la dentadura de la menor víctima y con la huella patrón encontrada en la región escapular de uno de los acusados», describe el dictamen post mortem leído por la Fiscalía como parte de la acusación.
El juez Róger Sánchez Báez, titular del Juzgado Primero Distrito Penal de Adolescentes de Managua fue el encargado de la audiencia preliminar contra los acusados a quienes les dictó prisión preventiva y los remitió a juicio por la muerte de las dos niñas. Los acusados habitaban a cinco casas de donde residían las víctimas en Ciudad Belén.
Los cuerpos sin vida de las niñas fueron encontrados en un predio baldío en Ciudad Belén el día lunes, cinco de septiembre. En el sitio se ocuparon como evidencias un colchón de tela multicolor, tiras de tela color blanco, un trozo de alambre dúplex color blanco y se recolectaron muestras de fluidos corporales. El crimen fue cometido en la vivienda de los presuntos femicidas, donde se realizó peritaje de criminalística que reveló presencia de sangre humana en la sala y uno de los dormitorios, indicó el parte policial.
Las víctimas tenían tres meses de haber llegado a la capital. La familia, de la etnia miskita, es originaria de la comunidad Walakitang de Río Coco, en Wiwilí, departamento de Jinotega, y llegó a Managua en busca de trabajo. Los cuerpos de las niñas fueron trasladados a su comunidad con ayuda del Ejército de Nicaragua, según una nota de prensa difundida por el cuerpo castrense en sus redes sociales.