Pese a la persecución religiosa que mantiene la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra monseñor Rolando Álvarez, en Matagalpa, el obispo de León, monseñor René Sándigo, dio el grito de «¿Quién causa tanta alegría?» de la «Gritería Chiquita» en el atrio de la catedral leonesa sin ninguna restricción. El domingo, 14 de agosto, los leoneses abarrotaron las calles para ir de casa en casa por la tradicional «gorra» en devoción a la virgen María.
Dos días antes, el mismo obispo de León inauguró, muy sonriente junto al sancionado alcalde de la ciudad, Róger Gurdián, un paseo peatonal en la calle este de la Basílica administrada por monseñor René Sándigo. A un costado de donde se realizó el corte de la cinta estaba colocada una bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este acto se llevaba a cabo cuando su hermano en la fe cumplía más de una semana de permanecer cautivo en la Curia Episcopal de Matagalpa.
Noticia relacionada: Policías rondan Mulukukú tras la detención del padre Óscar Benavidez
Monseñor René Sándigo ha sido criticado por su cercanía con la dictadura de Nicaragua. Ha sido partícipe de actos públicos de la alcaldía sandinista de León y ha guardado silencio sobre los hechos de violencia que se registraron en los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia, cuando era obispo de la Diócesis de de Estelí.
Mientras monseñor Rolando Álvarez está confinado en la Curia Episcopal de Matagalpa, sin poder salir a realizar su labor pastoral en las comunidades, el obispo Sándigo de codea con altos funcionarios de la dictadura en León, puede circular libremente y oficiar misas en su catedral.
La arremetida de la dictadura contra la Iglesia también incluye el encarcelamiento de tres sacerdotes: monseñor Leonardo Urbina, padre Manuel Salvador García y el padre Óscar Benavidez, este último fue detenido ayer, 14 de agosto, según confirmó la Diócesis de Siuna.
El régimen también ordenó el cierre de una docena de radios y canales de televisión de la Iglesia e independientes en su delirio furibundo por acallar todo resquicio de voz disidente que no responda a los intereses de la familia Ortega Murillo.