Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, llamó por segundo día a una «Cantada a Nicaragua y Dios» esta noche desde la Curia Episcopal, lugar donde se encuentra retenido junto a un grupo de servidores de la iglesia.
El religioso invitó a los fieles católicos a unirse de manera virtual a la actividad que es transmitida por medio de las redes sociales de la Diócesis de Matagalpa. «Les invitamos al pueblo nicaragüense a acompañarnos a una segunda cantada 8:00 pm a Nicaragua y a nuestro Dios bendito, desde el interior de nuestra Curia Episcopal donde nos encontramos retenidos, pero con fortaleza interior y con Alegría y paz en el Señor. Cantaremos a Nicaragua y a nuestro bendito Señor. Únete a través de nuestras plataformas digitales», reza la invitación.
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La salida de monseñor Rolando Álvarez de la Curia Episcopal fue bloqueada por cinco agentes antidisturbios de la dictadura y una patrulla policial que se plantaron en el garaje del edificio religioso. El obispo intentó salir del sitio para oficiar una misa en la catedral San Pedro Apóstol, pero fue impedido por los oficiales de la Policía la tarde de ayer, cuatro de agosto.
Pese a la ola represiva impuesta por Daniel Ortega en contra de los sacerdotes, monseñor Álvarez ha expresado que siguen pidiendo al «Señor de la vida y de la historia que nos continúe dando la gracia de renunciar a nosotros mismos, de tomar nuestra cruz y seguirle, pues el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si pierda su vida y que puede dar uno a cambio para recobrarla?».
Las relaciones entre el régimen sandinista y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años. Ortega ha tildado de «terroristas» a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
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También los ha calificado de «golpistas», acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo. En los últimos meses la dictadura de Ortega emprendió una persecución contra la Iglesia católica y sus principales líderes.
A inicios de mayo, la Policía había iniciado una ola de asedio contra los sacerdotes, entre ellos está el padre Harving Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista de Masaya, el padre Uriel Vallejos, párroco en Sébaco, Matagalpa, así como del mismo monseñor Rolando Álvarez, este último se tuvo que refugiar en un templo de Managua tras varios días de persecución de la Policía.