La abogada y defensora de derechos humanos María Oviedo cumple hoy, 29 de julio, un año encerrada en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote». En ese sitio es sometida a tratos crueles, inhumanos y degradantes, según denuncias de sus familiares y organismos nacionales.
La jurista y defensora de presos políticos enfrentó un juicio por el supuesto delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» y propagación de noticias falsas. El 14 de febrero de 2022, fue declarada culpable por la jueza Decimotercera de Distrito Penal de Juicios en Managua, Ulisa Yahosca Tapia Silva, sancionada recientemente por Estados Unidos. María Oviedo fue sentenciada a ocho años de prisión el 23 de febrero de este año.
Entre las pruebas que presentó el Ministerio Público contra la defensora incluyen declaraciones que ofreció al programa de corte independiente Esta Semana, y testimonios de oficiales de la Policía Nacional que participaron del «proceso investigativo».
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La abogada y defensora de derechos humanos se desempeñaba como coordinadora del área jurídica de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH). María Oviedo, de 39 años, es una de los más de 40 nicaragüenses que Ortega-Murillo mandó a encarcelar por estar en contra de su régimen y por luchar por los derechos humanos.
Oviedo fue secuestrada la noche del 29 de julio en la casa de su madre en el municipio de León. El abogado Baltasar Arévalo, pareja de la detenida, en ese momento señaló a Artículo 66 que se presentaron varios oficiales acompañados por el jefe de la Policía de la ciudad leonesa, el sancionado comisionado Fidel Domínguez y fue detenida sin dar ninguna explicación.
María Alejandra Arévalo Oviedo, hija de la abogada y defensora de derechos humanos, en un emotivo discurso como mejor alumna de la promoción 2021 del Colegio Teresiano, recordó a su madre como una luchadora incansable de la justicia en Nicaragua, lo que la ha llevado a ser encarcelada por la dictadura de Daniel Ortega.
«De manera personal, quiero agradecer a mi madre, doctora María Oviedo, que el día de hoy no pudo acompañarme por ejercer su profesión, defender a personas inocentes y buscar la justicia y libertad de Nicaragua», dijo María Alejandra con su voz entrecortada, pero que a su vez iba recobrando fuerzas a medida que destacaba la valentía de su madre.
La estudiante prosiguió su discurso con firmeza y mencionó que su madre «fue injustamente encarcelada y acusada junto a aquellos que querían ser parte del cambio para que nosotros tengamos una Nicaragua libre. Si ella estuviera aquí, tengo la certeza que estuviera infinitamente orgullosa de mí, pero más estoy yo de su valentía y fuerza».
En el tiempo que lleva en prisión, a Oviedo solo se le han autorizado nueve visitas de sus familiares, las que han estado «vigiladas» por efectivos policiales en todo momento.