La dictadura de Daniel Ortega incluyó al exestudiante de la carrera de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), Nahúm José Olivas Herrera, como parte de la lista de 1,300 presos comunes que mandó a sus casas, siendo el único reo de conciencia en ser excarcelado bajo el régimen de convivencia familiar.
En entrevista exclusiva con Artículo 66, el exreo de conciencia expresó sentirse agradecido con Dios por su liberación, porque afirma que fue «un milagro de estar en su casa luego de más de siete meses preso en el Sistema Penitenciario de Chinandega.
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Luego de estar exiliado desde el 2018 en Costa Rica, Olivas Herrera regresó a Nicaragua el siete de diciembre de 2021, sin embargo el tres de enero la Policía lo detuvo afuera de su vivienda, para después acusarlos de haber robado un celular valorado en 185 dólares, en el que guardaba 300 dólares en el protector.
La justifica orteguista lo sentenció a tres años de cárcel por el supuesto delito de robo con violencia e intimidación a un sujeto de nombre Walberto Dolores Martínez González, quien nunca compareció al juicio.
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«Es difícil estar encerrado, porque fue un tormento psicológico, ya que te tratan como delincuente, cuando no es así, porque lo que hacemos es mejorar la sociedad, mejorar la cultura política y la educación», declaró el opositor.
«Estar en un Sistema penitenciario se trata de ser fuerte y de resistir para que no se pierda la lucha», agregó el también integrante del Movimiento 19 de Abril de la UNAN-León.
Teme ser nuevamente encarcelado
Pese a estar en libertad, José Olivas asegura tener temor de que sea nuevamente detenido por la Policía orteguista. «Tengo mucho temor de regresar a ese lugar, porque no es un lugar bonito ni agradable, por eso le pido a Dios nunca regresar allí», indicó.
«Tomo esta libertad como un regalo de Dios, como una oportunidad de vida para volver a vivir, porque la libertad es lo más preciado que tiene el ser humano», concluyó el exreo de conciencia quien el viernes, 29 de julio cumplirá 23 años.
Por su parte, un familiar del joven dijo en condición de anonimato que esta libertad se la agradecen a Dios, y no al gobierno de Daniel Ortega. «Estamos muy agradecido con Dios porque él hizo la obra, porque un preso político no va a salir de la cárcel sino es por Dios. No agradecemos a nadie más porque Nahúm no es un delincuente»
La dictadura de Ortega mantiene tras las rejas a más de 190 opositores. Olivas Herrera es el único preso político que hasta el momento fue enviado a su casa, bajo las amenazas que «no siga publicando nada en redes sociales» y que no salga de la ciudad.