La encuesta realizada por la Consultoría Interdisciplinaria en Desarrollo (CID Gallup) señala que para el mes de mayo de este 2022, la aspirante presidencial y ahora presa política Cristiana Chamorro Barrios está entre las personas políticas más populares de Latinoamérica. La hija de la expresidenta Violeta Barrios se codea con los mandatarios y expresidentes de la región mientras que Daniel Ortega y Rosario Murillo ni siquiera aparecen.
La encuesta fue realizada por vía telefónica a teléfonos celulares y contó con una muestra de 1,200 ciudadanos en cada país. Se realizó del 10 al 19 de mayo.
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El sondeo ubica a Chamorro en el puesto siete de 12 personalidades. Alcanzó el 54% de popularidad entre las personas que creen que a pesar que está presa en su casa, sigue teniendo un amplio impacto en el país.
Entre las personas que encabezan la lista de «los más populares» para sus países, está Nayib Bukele, presidente de El Salvador, Pilar Cisneros, diputada de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, Xiomara Castro, presidente de Honduras, Luis Abinader, presidente de República Dominicana, Ricardo Martinelli, expresidente de la República de Panamá; y Rafael Correa, expresidente de Ecuador.
Pese a que Ortega es uno de los más conocidos en el mundo, no solo por ser el rostro del partido gobernante Frente Sandinista y el presidente de Nicaragua, sino también por la represión y violación a los derechos humanos que se acusa a su dictadura, quedó fuera de la lista de los personajes más populares.
«Cristiana Chamorro pudo sacar a Ortega del poder»
Para la abogada Alexa Zamora, estos resultados reafirman que Cristianan Chamorro «al igual que otras personas presas políticas se encuentran encarceladas por su capacidad de hacerle frente en una contienda electoral medianamente transparente a Daniel Ortega y sacarlo del poder.
«Ortega encarcela a Cristiana (Chamorro) y a cualquiera de los aspirantes a la Presidencia para no tener una verdadera competencia. Hay que recordar también que en las fechas próximas a las elecciones, Chamorro ya punteaba como una de las figuras más importantes y más destacadas en el país», expresó.
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En cuanto a los otros resultados de la encuesta realizada también por CID Gallup, donde ubica al dictador de Nicaragua en el puesto seis de mandatarios de Latinoamérica con mejor desempeño con un 37 por ciento de respaldo, la también activista enfatizó que «las estadísticas son bastantes manipulables».
Sin embargo al quedar Daniel Ortega excluido de la lista de personas populares de cada país, la jurista señala que no es una «cuestión» que atienda a las preferencias de la encuestadora, «sino a una realidad política del país, que pese a lo que Ortega quiera vender hacia afuera con respecto a su gestión, no es cierto de que está siendo efectivo ni mucho menos que cuenta con la aprobación o popularidad de los ciudadanos nicaragüenses».
«Ortega no es capaz de lidiar ni revertir el daño que ha hecho (…) La gente está harta de que no haya trabajo, está harta de tener que emigrar, está harta de no poder expresarse y eso se refleja en cifras. La ciudanía no está conforme con la gestión o lo que significa Daniel Ortega para Nicaragua», concluyó Zamora.
Cristiana Chamorro, de 68 años, se encuentra bajo arresto domiciliario desde el 2 de junio de 2021. La justicia orteguista la condenó a ocho años de prisión por los supuestos delitos de lavado de dinero, bienes y activos, falsedad ideológica, apropiación y retención indebida. Estos delitos habrían sido cometidos a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), organización de la cual era presidenta.
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La hija del mártir de las Libertades Públicas, Pedro Joaquín Chamorro fue condenada junto a su hermano Pedro Joaquín; Pedro Vásquez, su conductor; Walter Gómez, administrador; y Marco Fletes, el financiero.
Los últimos tres eran trabajadores de la extinta Fundación que cerró ante la imposición del régimen de inscribirse bajo la Ley de Agentes Extranjeros, una herramienta jurídica de Ortega y Murillo para controlar y limitar el financiamiento a las organizaciones no gubernamentales nicaragüenses. Pedro Joaquín fue condenado a nueve años, siete para Vázquez; 14 años para Gómez y Fletes.