La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y organizaciones de oposición denunciaron la detención de la periodista y antropóloga guatemalteca Irma Alicia Velásquez Nimatuj que arribó al Aeropuerto Augusto C. Sandino el 24 de julio. La periodista fue retenida y despojada de sus pertenencias.
«La Relatoría Especial por la Libertad de Expresión y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas recibieron información sobre la detención por parte de autoridades nicaragüenses de la columnista y antropóloga guatemalteca. Ambas oficinas aprovechan para reiterar su llamado a las autoridades a cesar las detenciones arbitrarias y el hostigamiento contra personas que participan activamente de la vida pública», destacó la oficina de Michelle Bachelet.
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Velásquez logró informar de lo ocurrido al historiador nicaragüense Horacio Cabezas a través de un correo electrónico que pudo enviar minutos después de su retención. «Vine a Managua a una reunión y al bajar del avión me detuvieron y me quitaron todo. Solo pude quedarme con el teléfono. Un agente del régimen me detuvo y me quitó todo», señaló la periodista.
Por su parte, la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) denunció que el régimen «continúa su escalada represiva y autoritaria», expresa que ya es «hora que la comunidad internacional actúe con mayor firmeza ante estos atropellos».
Hasta el momento, se desconocen las razones de su detención. Las autoridades de Guatemala están a la espera de un informe oficial de Nicaragua que explique esta arbitrariedad.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala detalló que la periodista se encuentra en Panamá, a donde fue trasladada tras ser detenida y expulsada por las autoridades de Migración en Nicaragua. Velásquez es licenciada en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Carlos de Guatemala. También, estudió un máster en Antropología Social y obtuvo un doctorado como antropóloga en la Universidad de Texas, Austin, Estados Unidos.
La situación de de la prensa independiente en Nicaragua se convierte cada vez más crítica. La semana pasada el diario La Prensa confirmó el exilio de todo su personal. Para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), esto representa «un paso más al cierre de toda posibilidad de libertad de expresión y prensa» en el país.