Un grupo de organizaciones de oposición nicaragüense y en el exilio lamentó que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo haya «secuestrado, traicionado y convertido en la peor tragedia histórica» el derrocamiento de la dictadura somocista en Nicaragua. El 19 de julio de 1979, el pueblo celebró la caída de un régimen sangriento que dejó dolor y muerte a los nicaragüenses.
Lamentaron que esa fecha histórica sea hoy una fecha más en el calendario, «vacía de su significado. Las aspiraciones de libertad, democracia y paz siguen pendientes». También, responsabilizaron a la dictadura Ortega-Murillo por el deterioro del país, el sufrimiento, encarcelamiento, secuestros, exilio forzoso y muerte de miles de nicaragüenses desde ese momento hasta el presente.

«Hoy así como hace 43 años y como en la década de los 80, el pueblo vive una nueva dictadura, tan o más sangrienta y totalitaria que la dinastía de los Somoza. Los Ortega–Murillo se han encargado de desmantelar el sueño al que aspiramos millones de nicaragüenses al derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza», señalan.
Destacan que Ortega y Murillo han «destruido la institucionalidad democrática que empezaba a construirse y, a partir de 2018 recurrió nuevamente de forma descomunal a la violencia por mantener el control absoluto del país, eliminando los espacios de la sociedad civil organizada, anulando el Estado de Derecho, ensañándose contra los derechos humanos e incrementando así sus crímenes de lesa humanidad».
«No hay nada que celebrar»
El grupo opositor explica que en esta fecha histórica «no hay nada que celebrar», mucho menos la liberación del pueblo que «sigue siendo asesinado». «… no concebimos una celebración, conmemoración o veneración en una fecha cuyo significado ha sido pisoteado y degradado como la propia vida de los ciudadanos, dejando solo el recuerdo del deseo continuo de un pueblo por respirar, alcanzar y mantener viva la esperanza de libertad como la tuvimos en 1979», afirman.
«Exigimos la salida inmediata de la dictadura criminal de los Ortega – Murillo, la liberación de los más de 190 presos políticos, el respeto a las libertades públicas y el regreso seguro de los más de 144 mil exiliados nicaragüenses que hay alrededor del mundo», añaden.
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En la nota de prensa señalan que los nicaragüenses son los responsables de «terminar con este sufrimiento frente a un régimen ilegítimo que se sostiene por el poder de la fuerza atacando a un pueblo desarmado. En nosotros radica la fuerza para poder realizar el cambio por medio de la vía cívica hacia la transición democrática».
El 19 de julio se conmemora el aniversario de la caída de la dictadura somocista en Nicaragua, pero tras ese suceso histórico se instaló en el país la dictadura sandinista bajo el mando de Daniel Ortega. Desde hace más de 40 años el país es gobernado, desde la Presidencia o desde la oposición, por Ortega y su séquito.
La celebración del 19 de julio, Rosario Murillo la ha diseñado a lo largo de los años como un culto a la personalidad de ella misma y su esposo, el dictador Daniel Ortega. Desde hace algunos años ha reducido la participación de los adeptos al régimen y el acto central lo realizan en una plaza pequeña con la Juventud Sandinista y sus funcionarios.