El reciente informe publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU) señaló que Ortega seguirá en el poder a través del autoritarismo y «mientras su salud lo permita». También señalan que Laureano Ortega, hijo de la pareja presidencial, y quien funge como asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, prepara el camino para ocupar la silla presidencial.
El analista político Israel Lewites, desde el exilio, explicó en el Podcast AHORA de Artículo 66 que la familia Ortega Murillo está «atornillada en el poder y que, por medio del uso de la fuerza y actos represivos, tienen un control absoluto». Además, están decididos a «aguantar» en el poder por tiempo indefinido, por todo el tiempo «que los nicaragüenses se lo permitamos».
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La llegada de Laureano a la Presidencia del país traería un posible declive económico por las sanciones que la impuso la comunidad internacional, pero esto pasaría a segundo plano para la familia dictatorial, según Lewites, porque a los Ortega-Murillo «solo les importa el poder y están dispuestos a gobernar sobre las ruinas».
«Parece que los cálculos de ellos les resulta menos difícil hablar de este muchachito (Laureano) y es replicar un poco el modelo somocista como han venido copiándolo en algunas formas. No creo que la dictadura tenga fácil el tema de la transición, ya sea con Rosario Murillo, el cantante o los otros hijos, será muy difícil el tema de la transición», afirmó.
La figura de Ortega
El analista explicó que, aunque Daniel Ortega sea un líder de poco carisma, logró cultivar una figura con cierto «misticismo, una figura que entre sus bases genera un fervor casi religioso» y sostiene que eso no será transferible a los miembros de su familia. Destaca que la sucesión del régimen traerá «tiempos difíciles» para la dictadura en lo que corresponde a realizar una «transición exitosa».
«Los hijos de Daniel ortega no han mostrado un particular talento para nada. Son unos jóvenes que provienen de una familia disfuncional en donde el poder se ha ejercido de manera avasalladora. Ellos parece que no han podido desarrollar muchas de sus actitudes de liderazgo porque han vivido a la sombra de sus padres en todo ámbito», subrayó.
«Ahora que esto se ha afianzado y se ha convertido quién sabe con qué tanto interés de un cartel, una organización criminal, que gira en torno a una familia, ellos se han visto en la sin remedio de seguir el camino de los papás. Los papás no confían en nadie más que no sea la familia. El proyecto de la dictadura sandinista es un proyecto de una familia, a como fue un proyecto de la familia Somoza, lo son los Ortega», agregó.
Una copia de los Somoza
Lewites considera que la dictadura Ortega-Murillo le ha copiado muchos aspectos a la dictadura de los Somoza, pero que el mayor de los Somoza entrenó a sus hijos para que tomaran el control de las fuerzas armadas, incluso fueron adiestrados en las principales escuelas de Estados Unidos, pero los hijos de Ortega no tienen esos estudios.
«Los hijos de Somoza estaban criados para tomar el control de la fuerza, los hijos de Daniel Ortega no. No estoy seguro qué tanta lealtad y admiración puede rodearle el mando militar a un muchachito que es un junior y que bueno, está ahí porque no queda de otra. Lo único que puede jugar a favor de esta sucesión es que el sistema mismo se autosostiene porque finalmente, más allá de estos liderazgos mediocres de la familia Ortega-Murillo, lo que tenés es un conglomerado de personas que tienen cola que le pisen, complicidades y que están involucrados en corrupción, que tiene riquezas mal habidas que solo en este sistema pueden mantener», manifestó.
Lewites descarta que altos mandos del Ejército o políticos del mismo FSLN puedan asumir el poder dictatorial de Ortega Murillo. Esta negativa del analista la sustenta en que el régimen tiene un proyecto dinástico porque para la familia presidencial el resto de los nicaragüenses son sus vasallos, que nadie podrá asumir la Presidencia sin tener los apellidos Ortega y Murillo.