71 organizaciones en el exilio y dentro de Nicaragua que conforman el «Espacio de Diálogo y Confluencia de Actores Nicaragüenses» llamaron al pueblo nicaragüense a quedarse en casa el próximo 19 de julio, en repudio a la actividad partidaria del régimen de Daniel Ortega por el 43 aniversario de la Revolución Popular Sandinista.
En conferencia de prensa este martes, 12 de julio, las organizaciones dieron lectura a un comunicado donde señalaron que la dictadura orteguista «pretende borrar de la memoria colectiva del pueblo nicaragüense, los centenares de muertos, el encarcelamiento, tortura, tratos inhumanos y degradantes a los presos políticos».
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También refieren que con esta conmemoración, el dictador Ortega busca que la ciudadanía olvide la corrupción, el asedio, el cierre cientos de organizaciones de bienestar social; «así como la confiscación, la anulación total de todas las libertades ciudadanas, el fraccionamiento de la familia nicaragüense a causa del exilio, la miseria y el alto costo de la vida».
Otra de las situaciones que señalan es que el orteguismo decretó feriado nacional y asueto el 19 y 20 de julio, con la única finalidad «de que los trabajadores del sector público en condiciones de coacción y amenaza —so pena de perder sus empleos—, acudan a los actos de conmemoración, que prepara el gobierno de facto de los Ortega Murillo».
«Olvida el régimen dictatorial, que el pueblo de Nicaragua, es un pueblo que en abril de 2018, tomó la decisión firme, irreversible y determinada, de exigir su salida», agregan.
Recalan que mientras el régimen de Nicaragua trata «de nutrir su raquítica militancia» mediante la obligatoriedad de asistencia a sus actos políticos, «el grito colectivo del pueblo nicaragüense, por libertad, la Justicia y la democracia, mantienen el mismo vigor de abril 2018 y fortalecemos aún más nuestras convicciones patrióticas».
Repudio por acciones represivas
Además indican que mientras el Estado celebra su actividad partidaria, los nicaragüenses se quedarán en casa, «porque la lucha por la libertades
ciudadanas es una aspiración de todos los nicaragüenses que seguimos demandando hasta alcanzarlas.
«Nos quedaremos en casa ese 19 de julio, porque jamás aceptaremos la existencia de presas y presos políticos»; enfatizan. «Los más de cuatrocientos asesinados por la dictadura Ortega-Murillo, en los últimos cuatro años, nos comprometen a demandar justicia y luchar contra la impunidad», agregan.
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Otro de los argumentos para llamar al pueblo nicaragüense a cerrar sus casas el 19 de julio es para rechazar la persecución a la Iglesia católica de Nicaragua y por la reciente expulsión de las Hermanas de la Caridad, de la orden de la Madre Teresa de Calcuta, «quienes solo cumplían un mandato de amor al prójimo, especialmente en auxilio a los más pobres entre los pobres».
«Nos quedaremos en casa como muestra de rechazo al cierre de más de 800 organizaciones de asistencia social, salud, educación, empoderamiento
económico y derechos humanos, que daban solución a los sectores más vulnerables de nuestro país», manifestaron.
Protestas en el exilio
En cuanto a las actividades que la diáspora y el exilio realizarán el 19 de julio, informaron que habrá plantones y protestas frente a las embajadas de Nicaragua en todo el mundo.
«Este 19 de julio los nicaragüenses de la diáspora y el exilio inundaremos las redes sociales con mensajes de rechazo al régimen dictatorial», recalca el comunicado.
«Reafirmamos nuestro compromiso de continuar trabajando por la justicia y la democratización de Nicaragua, enfrentando a este régimen dictatorial en todos los espacios políticos internacionales y demandando mayor presión internacional para continuar socavando las bases que sostienen a esta dictadura, hasta lograr su caída», concluyeron.
Según los activistas presentes en la conferencia, este nuevo acto de protesta contra la actividad del 19 de julio es un «granito de arena» en rechazo al régimen de Daniel Ortega «que ha hecho crímenes de lesa humanidad»; además aducen que la presión internacional está «ahogando al orteguismo».
Este nuevo aniversario de la Revolución Sandinista, el orteguismo lo ha celebrado cancelando la personalidad jurídica de más de 900 oenegés, realizando más detenciones arbitrarias y obligando al exilio a miles de opositores, defensores de derechos humanos y periodistas. La vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, en las últimas semanas ha despotricado contra la oposición y ha dicho que celebran «la derrota al golpismo».