La vicemandataria del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, destacó y celebró la participación de su embajadora Guisell Morales en la oración nacional realizada en el Parlamento británico junto a líderes religiosos, mientras en su propio país su dictadura, a través de la Policía, se encargada de expulsar y supervisar la salida de las Hermanas de la Caridad.
Murillo aseguró que en la reunión se encontraban «parlamentarios, ministros y funcionarios del gobierno británico, líderes religiosos y miembros del cuerpo diplomático bajo el lema “sirviendo al bien común”, nos alegra compartir estas obras de reflexión y oración para servir al bien común encomendándonos a Dios e ir adelante siempre más allá».
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Desde el pasado 15 de junio, la Asociación Misioneras de la Caridad cerró operaciones de una guardería, un hogar para niñas víctimas de abusos o abandonadas, y un asilo de ancianos que administraban en varias zonas del país. Las autoridades nicaragüenses les notificaron a las monjas de origen extranjero, que son las que administraban los centros benéficos, que debían abandonar Nicaragua.
El Ministerio de Gobernación (Migob) sostuvo que las Misioneras de la Caridad no están acreditadas por el Ministerio de Familia para funcionar como guardería, centro de desarrollo infantil y hogar de niñas o asilo de ancianos, ni tienen permiso del Ministerio de Educación para realizar el reforzamiento de aprendizaje.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de la arquidiócesis de Managua, lamentó que decenas de personas que viven en extrema pobreza en Nicaragua no podrán ser beneficiados por la a Asociación. «Lamentamos profundamente el dolor de tantos hermanos nuestros que ya no tendrán las atenciones que recibían de las hermanas y así mismo les expresamos nuestra gratitud por su invaluable servicio a nuestras iglesias locales», detalló la arquidiócesis de Managua.
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Durante su alocución, Murillo continuó con su discurso de amor y paz en el que aprovechó para también atacar a opositores asegurando que, «con mucho cariño entre todos, porque es con cariño que se construye el bien entre todos, con odio nunca más; que lo aprendan, que lo sepan, que lo interioricen. Con odio no se construye más bien se destruye».
Según el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, el objetivo de la dictadura es ejercer un control absoluto y silenciar a la sociedad, «perseguir a quienes opinan diferente y establecer un pensamiento único, violentando los derechos humanos del pueblo nicaragüense».