El sacerdote Manuel Salvador García fue declarado culpable de violencia física contra Martha Candelaria Rivas, una mujer que declaró que la supuesta agresión fue un accidente y aseguró que no interpuso denuncia formal.
Este es el segundo juicio promovido por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra del sacerdote. El primero fue por exposición de personas al peligro. Fue declarado culpable y condenado a dos años de prisión.
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Defensores nicaragüenses de derechos humanos denunciaron que la «farsa judicial» que ha perpetrado la justicia orteguista contra el padre Manuel Salvador García es una aberración jurídica y una clara señal que el régimen de Nicaragua ha intensificado la persecución política contra la Iglesia católica.
La justicia de Ortega remitió a un segundo juicio oral y público al sacerdote Manuel Salvador García, párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en Nandaime; por el supuesto delito de agresión.
La supuesta víctima de «violencia», Martha Candelaria Rivas Hernández, se retractó de la acusación que el régimen de Nicaragua le mantiene la causa abierta, señalándolo del delito.
La mujer también está en prisión acusada de falso testimonio por retractarse de la acusación contra el párroco de la Iglesia Jesús Nazareno de Nandaime.
