A través del acuerdo presidencial número 105-2022, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, a través del Misterio de Hacienda y Crédito Público autorizó suscribir con el Banco Mundial (BM) un convenio de préstamo millonario para la ejecución del financiamiento adicional al Proyecto de Respuesta a la Emergencia del COVID-19 en Nicaragua.
El monto que desembolsará el BM es de 116 millones de dólares y será ejecutado por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), a través de la Coordinación General de Programas y Proyectos (CGPP), Ministerio de Salud (Minsa) y la Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas (UNOPS).
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El artículo dos dicta que la certificación acreditará la representación del viceministro del MHCP, Bruno Gallardo, en la suscripción del convenio de financiamiento, «cuyos términos han sido previamente acordados entre el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y el Banco Mundial a través de la International Development Association (IDA)».
El convenio entró en vigor el 28 de junio de 2022, aunque fue este miércoles que se publicó en La Gaceta, diario oficial.
La autorización de Ortega llega luego que el 23 de junio, el Banco Mundial (BM) confirmó la aprobación del préstamo a Nicaragua equivalente a 116 millones de dólares para «elevar las capacidades de respuesta en la lucha contra el COVID-19».
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Estos fondos estarían dirigidos a la adquisición de vacunas y suministros para combatir la pandemia. Este es el segundo financiamiento que autoriza el organismo internacional al régimen de Nicaragua.
«Este proyecto permitirá que la población, en particular la más vulnerable, se beneficie de medicamentos esenciales, vacunas, y suministros y equipos médicos y de laboratorio durante la actual respuesta nacional a la pandemia, y preparará al país para eventos de esta naturaleza en el futuro», indicó la institución financiera.
En 2020, el Banco Mundial desembolsó 20 millones de dólares tras establecer una serie de acuerdos condicionados a la promoción de la transparencia. Este nuevo proyecto que amplía la primera contribución será ejecutado a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicio para Proyectos (UNOPS).
El gobierno de Nicaragua tiene como sus dos principales financiadores de préstamos al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Mundial. El dinero se ha destinado supuestamente a diferentes proyectos, especialmente a la salud y el combustible, dos aspectos que han sido seriamente cuestionados.
Cuestionada atención al COVID-19
En cuanto al objetivo del préstamo que es para dar respuesta a la emergencia del coronavirus, el Ministerio de Salud ha sido cuestionado por la falta de transparencia e información de la pandemia.
Las cifras de contagios y de vacunados ha sido cuestionadas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) quien en reiteradas ocasiones han mostrados números distintos a los divulgados por el Minsa; además han sugerido al gobierno de Ortega informar de mayor manera la situación del Sars-Cov-2.
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Recientemente, la entidad sanitaria del país reportó un leve descenso de casos de COVID-19 en una semana. En el más reciente reporte comprendido entre el 21 al 28 de junio del 2022, la institución sanitaria contabilizó 47 personas contagiadas por el virus, cinco menos en comparación con el último informe.
Con esta actualización, hay un acumulado de 19,096 casos confirmados por COVD-19, datos que distan a los reportados por el Observatorio Ciudadano COVID-19, quien reporta 5,998 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el coronavirus, así como 32.374 casos sospechosos de contagio.
A pesar que el régimen de Ortega y Murillo sigue promocionando la vacuna casa a casa para evitar mas contagios del COVID-19, sigue llamando a actividades masivas, donde no se pone en práctica el distanciamiento social. Todos los viernes, la vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, anuncia miles de actividades masivas para los fines de semanas, acciones que son criticadas como «irresponsabilidad» ante la crisis sanitaria que vive el país.