Los familiares de presos políticos denuncian que durante la última visita, realizada luego de 47 días de incomunicación en las cárceles de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua conocidas como «El Nuevo Chipote», presentan deterioros «graves» siendo sometidos a «constantes torturas y falta de alimentación».
Aseguran que durante los encuentros que se dieron del 10 al 12 de junio comprobaron que sus parientes están «más delgados, pero no les informan sobre su peso. Continúa el deterioro físico. La principal causa es la falta de alimentación y las porciones reducidas que les dan. Muchos están presentando enfermedades crónicas y padecimientos sobrevenidos por la reclusión», denunciaron.
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Ante los nuevos padecimientos que se encuentran presentando los rehenes de consciencia dentro del sistema penitenciario rechazan que continúe existiendo falta de atención médica oportuna, «esperan hasta último momento para atenderlos, cuando las personas ya están muy mal», aseguraron mediante comunicado.
Sostienen que continúan recibiendo la paquetería de comida incompleta y algunas celdas aún permanecen en penumbras todos los días, «y en casi todas, el nivel de humedad está causando crecimiento de hongos y afecta su piel». Las torturas físicas tampoco cesas, permitiendo solo a algunas personas salir a tomar sol cada siete o 10 días, pero todas permanecen en confinamiento, sin luz solar.
Sus familiares reiteran que los derechos humanos de todas las personas presas políticas deben ser respetados, resguardar sus vidas e integridad física y emocional hasta que se produzca la liberación incondicional de los reos de conciencia. Demandan que cesen estas torturas tanto físicas como psicológicas.
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Que se les permita recibir paquetería semanal con alimentos que suplan déficit de proteínas y vitaminas, que las visitas se regularicen cada 15 días y en ellas se permita que sus hijos e hijas menores de edad les visiten, que se les entregue una Biblia, material de lectura y escritura y reciban atención médica especializada de forma oportuna, incluyendo exámenes anuales para mujeres con acceso a los resultados y tratamientos.
Al menos 68 nicaragüenses, entre líderes opositores, estudiantiles, campesinos, periodistas y profesionales independientes, incluyendo a siete disidentes que aspiraban a competir por la Presidencia, fueron detenidos en el contexto de las elecciones generales del 7 de noviembre pasado.
De ese grupo, al menos 57 han sido condenados a penas entre 7 y 13 años de cárcel por delitos considerados como «traición a la patria» o lavado de dinero, de los cuales 9 se encuentran bajo arresto domiciliario.