Un grupo de organizaciones opositoras nicaragüenses en el exilio demandó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que permita el ingreso a Nicaragua de los tres expertos internacionales nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para investigar los crímenes cometidos en el país desde el contexto de la crisis sociopolítica de 2018.
La Comisión nombrada por Naciones Unidas tiene como mandato emprender investigaciones exhaustivas e independientes de todos los presuntos abusos y violaciones de los derechos humanos cometidos en Nicaragua para que en Nicaragua se haga justicia por todos los crímenes.
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«El régimen Ortega – Murillo muestra al mundo su interés de consolidar una dictadura totalitaria, con el desacato de la ONU de negar la entrada de los expertos al país», enfatizan. La colombiana Ángela María Buitrago, el chileno Alexandro Álvarez y el alemán Jan-Michael Simon fueron designados por la ONU para realizar la investigación.
Aumentaron presencia militar rusa
Mientras el régimen niega el ingreso de los expertos internacionales autoriza la entrada de un contingente de tropas militares rusos. Estas acciones de la dictadura fueron rechazadas «con indignación» por las organizaciones opositoras. En una nota de prensa, los opositores señalaron que «Rusia es considerado a nivel mundial como un país agresor, violador del derecho internacional, lo cual es evidenciado con su reciente invasión a Ucrania, por lo que su presencia en Nicaragua es inaceptable».
Luis Fley, dirigente del Frente Democrático Nicaragüense (FDN) aseguró que «la decisión de Ortega de invitar a los rusos es dañina para el pueblo nicaragüense, ya que nos regresa al conflicto de la Guerra Fría que ya vivimos en los años 80 y no queremos que eso se repita».
El opositor se refiere a las relaciones que entabló Daniel Ortega con Rusia durante la primera dictadura sandinista tras el triunfo de la Revolución en 1979. Nicaragua ha comprado a Moscú tanques de guerra y armamento. «La construcción de centros de espionaje militar, provocando un desbalance en el equilibrio de la región y pretendiendo convertir a Nicaragua en una cabeza de playa del expansionismo ruso, cuando en el país lo que realmente se necesita son más escuelas y centros de salud», añadieron.