La invasión militar de Rusia a Ucrania traerá una desaceleración de la economía de América Latina y el Caribe, incremento de la inflación y una baja recuperación de los empleos, por ende, esto provocará un aumento en los niveles de pobreza y pobreza extrema en la región, revela el informe «Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?», divulgado por la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL).
El documento estima que 7.8 millones de latinoamericanos se sumarían a los 86.4 millones de personas cuya seguridad alimentaria ya está en riesgo y que la guerra contra Ucrania lo agravaría si continúa su rumbo. En lo inmediato es necesario sostener el bienestar de los sectores más pobres, advierte el organismo.
«La incidencia de la pobreza regional alcanzaría un 33,7% (1,6 puntos porcentuales más que el valor proyectado para 2021), mientras que la pobreza extrema alcanzaría un 14,9 % (1,1 puntos porcentuales más que en 2021). Este resultado refleja el fuerte aumento de los precios de los alimentos. Estos niveles son notoriamente superiores a los observados antes de la pandemia e implican otro retroceso en la lucha contra la pobreza», destaca el informe.
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Para amortiguar estos efectos sobre la población y el crecimiento económico, la organización asegura que se necesitan políticas monetarias y fiscales enfocadas en esos ámbitos. La CEPAL propone seguir utilizando la política fiscal como elemento central de la política de desarrollo, lo que requiere fortalecer los ingresos públicos para ampliar el espacio fiscal.
«Es necesario reducir la evasión, reorientar gastos tributarios y fortalecer la progresividad de la estructura tributaria. Para contener las presiones inflacionarias, fundamentalmente impulsadas por factores de oferta, es necesario que la política monetaria utilice el más amplio espectro de herramientas disponibles», apunta.
«Esto requiere combinar el uso de la tasa de política monetaria con instrumentos macro prudenciales y cambiarios, a fin de enfrentar la inflación minimizando los efectos negativos sobre el crecimiento y la inversión», añade.
Nuevos escenarios geopolíticos
Mario Cimoli, secretario interino de la CEPAL, señaló que la región enfrenta nuevos escenarios geopolíticos ante la «ruptura de la globalización (que) puede llevar a diferentes configuraciones que determinarán sus políticas con bases en los objetivos de soberanía en defensa, energía, alimentos y sectores industriales clave, desde los de más alta tecnología hasta algunos de insumos de amplio uso, como los fertilizantes».
«Ante la regionalización de la economía mundial, la región no puede continuar actuando de manera fragmentada. Es necesario aumentar el papel de la articulación regional en las respuestas a la crisis: formular e implementar respuestas de América Latina y el Caribe en su conjunto o de sus bloques de integración», afirmó.
La seguridad alimentaria
La CEPAL exhorta a los países de la región sobre mantener como prioridad la seguridad alimentaria, misma que se ve amenazada con la guerra en Ucrania. Recomienda que no se debe restringir el comercio internacional de alimentos y fertilizantes porque esto aceleraría la inflación y dañaría a los más pobres.
«A mediano plazo, son necesarias políticas agrícolas e industriales que fortalezcan el apoyo a la producción agropecuaria, así como aumentar la eficiencia en el uso de fertilizantes, priorizando los biofertilizantes. La política industrial es clave para reducir la dependencia de la importación de fertilizantes en el mediano plazo», asegura.
Además, se deben considerar acciones como mantener o aumentar los subsidios a alimentos, implementar acuerdos de contención de precios de la canasta básica con productores y cadenas de comercialización, y reducir o eliminar aranceles a la importación de granos y otros productos básicos.