La organización Madres de Abril (AMA) conmemoró este 30 de mayo, Día de las Madres en Nicaragua, cuatro años por el asesinato de sus hijos, por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El grupo de madres y familiares de víctimas de la represión compareció, junto a los defensores de derechos humanos del Colectivo Nicaragua Nunca Más, para recordar la masacre desatada por la Policía y grupos paramilitares, el 30 de mayo de 2018, cuando el gobierno de Daniel Ortega atacó a balazos una gran movilización que salió de la rotonda Jean Paul Genie hasta el sector de la Universidad Centroamericana, que fue encabezada por las madres que ya habían perdido a sus hijos entre el 19 de abril y finales de mayo de ese año.
«Agradecemos a quienes nos acompañaron ese 30 de mayo y nos siguieron acompañando en la denuncia de los crímenes cometidos por la dictadura y en nuestra búsqueda de Verdad y Justicia. Hoy muchos se encuentran encarceladas/os y bajo tortura», denunció AMA en un comunicado que fue leído y difundido virtualmente.
Día de luto nacional
En su pronunciamiento, la organización de familiares de víctimas también insistió en su declaratoria del 30 de mayo como «Día de Luto Nacional», pese a que Daniel Ortega y Rosario Murillo han intentado torcer la realidad y han decretado la fecha, que en Nicaragua se celebra como el «Día de las Madres», en un día feriado nacional, lo que se concretó con una reforma legislativa al artículo 66 del Código del Trabajo que sumó esa efeméride al calendario de 10 días festivos en el país.
«Para nosotras las madres y familiares es un día de profundo dolor, pero también de mucha indignación por el daño irreparable que nos ha causado la dictadura desde abril 2018, con su sangrienta represión que escaló aún más después de la Masacre del 30 de Mayo», recordó AMA.
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«Hoy, con la fuerza que nos da el dolor y la indignación repetimos a una sola voz y para que escuche la dictadura Ortega-Murillo: NI PERDÓN, NI OLVIDO, NI SILENCIO», reiteraron las Madres de Abril, cuya demanda ha sido ignorada por el Estado, aunque sí ha sido documentada por organismos internacionales de derechos humanos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
La CIDH, a través del llamado Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), incluso determinó que en Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo cometió crímenes de lesa humanidad que podrían ser juzgados en tribunales internacionales en cualquier momento futuro, porque esos delitos no prescriben.
«Ni con todo el terror sembrado desde que acribillaron a nuestros hijos y se ensañaron con sus cuerpos agonizantes y más tarde profanando sus tumbas, NO NOS HAN CALLADO NI NOS CALLARÁN. Ni podrán sepultar nuestra voluntad de Resistencia y nuestra sed de Justicia, porque está cimentada en las voces, en la sangre de nuestros hijos y de nuestros familiares asesinados cruelmente», sentenció AMA.
Aplauden nombramiento de expertos para investigar crímenes
AMA también se mostró satisfecha con el nombramiento de tres expertos por parte del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que tienen como misión investigar y documentar los asesinatos de sus hijos.
«Celebramos como un paso adelante el nombramiento de los tres expertos internacionales que conforman el Mecanismo aprobado por el Consejo de Derechos
Humanos con el mandato de investigar las violaciones de los derechos humanos en Nicaragua desde 2018. Consideramos que viene a respaldar la Ruta de Verdad y Justicia que nos hemos trazado», concluye.
En su comunicado, AMA concluye instando a los nicaragüenses a «redoblar la resistencia activa para salir de la dictadura» y «derribar el muro de impunidad absoluta» que ha impuesto el régimen de Ortega para que el asesinato de los más de 350 nicaragüenses, certificados por la CIDH, quede en el olvido; y «respaldar el SOS lanzado por las madres y familiares de presos políticos» que están encerrados desde casi un año en la cárcel de El Chipote, para «poner fin a la tortura».