Tras el anuncio del cierre del Canal 51, Canal Católico de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, aseguró que la Iglesia seguirá proclamando el Evangelio.
La decisión de censurar al medio de comunicación fue informada por la empresa Claro, la misma que desligó responsabilidad y señaló que la acción vino de parte del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
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«Aunque la dictadura saque del aire al Canal Católico de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, todo será inútil. La Iglesia seguirá proclamando el Evangelio de la esperanza y de la justicia», escribió Báez en su cuenta de Twitter.
Por su parte, Juan Diego Barberena, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab), explicó que la organización rechaza y condena los actos de la dictadura Ortega-Murillo que, asegura no son solo contra la Iglesia católica como una institución; sino contra la libertad religiosa de todos los nicaragüenses.
«Hemos observado que de parte de quienes detentan el poder ven a la Iglesia católica como un enemigo, que solo ha hecho su labor pastoral, que dentro de su apostolado ha sido acompañar a los que sufren la represión estatal, condenar las injusticias y levantar la voz por aquellos que no pueden levantarla», explicó el opositor.
Barberena manifestó que el acto que consumó la dictadura Ortega-Murillo, de censura al Canal Católico, violenta la libre profesión de ideas, creencias y fe de los nicaragüenses que está dispuesto en la Constitución Política de la República y que, «también violenta la libertad de expresión. Quien le da una connotación política a esto (el cierre del Canal 51) en el grupo que detenta el poder en Nicaragua».
«Estas acciones solo demuestran cada día más robusto de cierre de espacios de interlocución, reflexión, oración de los nicaragüenses y es una muestra más del estado policial que se mantiene vigente en las parroquias, que persigue sacerdotes y censura a la Iglesia católica a través de sus pocos medios de comunicación», resaltó.
Esta censura contra la Iglesia católica se dio un día después de la denuncia que realizó monseñor Rolando Álvarez de la persecución policial que fue víctima durante un día completo. Tras ese asedio e intimidación anunció el inicio de una jornada de ayuno y oración indefinido que realiza en la parroquia Santo Cristo de Esquipulas en Las Colinas, en Managua.