La Unión Democrática Renovadora (Unamos) demandó al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que respete la libre expresión y circulación de los sacerdotes nicaragüenses tras los constantes asedios y persecución contra los padres Uriel Vallejos, de Sébaco; Harving Padilla, de Masaya; y el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez.
El obispo Álvarez denunció que la Policía orteguista le dio persecución durante todo el día jueves, 19 de mayo, por lo cual inició un «ayuno indefinido», de agua y suero; las muestras de respaldo y solidaridad hacia el líder religioso no han faltado.
«Lamentablemente en esta ocasión me dirijo a ustedes (feligresía) para compartirles que hoy (jueves 19 de mayo) he sido perseguido durante todo el día por la Policía sandinista, desde la mañana hasta esta hora de la noche, en todo momento, durante todos mis movimientos del día», manifestó Álvarez a través de un video publicado por la Diócesis de Matagalpa en Facebook.
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La agrupación política, a través de un comunicado, convocó a la «ciudadanía a acuerpar a los sacerdotes que están siendo acosados» por la Policía del régimen Ortega-Murillo. «Monseñor Rolando Álvarez ha iniciado un ayuno en protesta por tales agresiones. Llamamos a los nicaragüenses a acompañarlo y a protegerlo de posibles acciones contra él», señaló el grupo opositor.
«La Iglesia católica de Nicaragua es y ha sido una voz importante que ha acompañado al pueblo nicaragüense en todo momento, pese a que el régimen ha intentado callarla en diferentes ocasiones. Recientemente, han llegado al extremo de querer legalizar esos ataques en la Asamblea Nacional. Desde ya responsabilizamos al régimen de posibles nuevas acciones represivas contra la Iglesia católica», añade.
Luis Blandón, vocero de Unamos, aseguró que desde el movimiento político respaldan toda posición y coherencia que ha tenido la Iglesia católica de Nicaragua. Indican que las acciones del régimen son una demostración del «temor que le tiene a las voces más críticas del país».
«No le ha bastado encarcelar a líderes políticos, independientes, empresarios, estudiantes, campesinos, sino también que va contra todas aquellos voces que le representan un peligro y esas voces también están en la Iglesia católica, una de las organizaciones que ha tenido contundencia de llamar las cosas por su nombre», manifestó.
Blandón agregó que la persecución contra la Iglesia y sus obispos demuestra la debilidad que tiene la dictadura de los Ortega-Murillo a la hora de querer tener el control absoluto de todo.