En su homilía de este domingo, 15 de mayo, monseñor Silvio Báez invitó a los feligreses a ser compasivos, denunciar las injusticias y estar dispuestos a hacer el bien aún en «una sociedad en donde los poderosos se imponen con crueldad».
Desde la Iglesia Santa Agatha, en Miami, Florida, el obispo auxiliar de Managua en el exilio manifestó que «las palabras de Jesús: “Ámense unos a otros como yo los he amado” constituyen un mandamiento “nuevo” sobre todo porque imprimen novedad a la vida, a la Iglesia, a la historia humana. En estas palabras del Señor el acento no está puesto en el verbo, “ámense”, sino en la calidad del amor que él propone: “como yo los he amado”».
El obispo, crítico de la dictadura de Nicaragua, señaló que «en la cultura de la indiferencia», quien ama como Jesús irradia cercanía, solidaridad y es compasivo.
«En una sociedad en donde los poderosos se imponen con crueldad, como expertos en hacer llorar y producir dolor, quien ama como Jesús denuncia a los que hacen sufrir, se pone del lado de quien sufre, lucha contra el sufrimiento e introduce consuelo y esperanza en los corazones heridos», subrayó el prelado.
El líder católico de Nicaragua, país que sufre una crisis de derechos humanos bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, motivó a los creyentes a no imitar «a quienes han hecho de la crueldad y la maldad un estilo de vida».
«No nos desanimemos ante el aparente triunfo de la injusticia y de la violencia. No nos acostumbremos a una falsa normalidad en la que reina el miedo y abundan las lágrimas. No escojamos nunca la resignación. Permanezcamos a toda costa en el amor que pone a las personas en el centro y sueña y lucha por un mundo mejor», sostuvo.
Noticia relacionada: Cardenal Leopoldo Brenes: «Hay personas con falsos testimonios»
En un contexto en que las autoridades nicaragüenses se autodeclaran «cristianos» y atacan a la Iglesia católica, acusando a los sacerdotes de cometer «crímenes» por apoyar a las víctimas de la represión, monseñor Silvio Báez dijo que no es presentando ningún «carnet» ni el certificado de bautismo que otros sabrán que son discípulos de Jesús.
«Tampoco nos damos a conocer por los ritos que practicamos en la Iglesia, ni por los discursos religiosos que hacemos. Menos aún, cuando estos destilan agresividad y falsifican el santo nombre de Dios», anadió monseñor Silvio Báez,
«Los discípulos de Jesús nos damos a conocer por el amor con que amamos. Nos damos a conocer porque amamos como él nos ha amado», declaró.