La compañía energética Inter RAO de Rusia cortó en la madrugada de este sábado el suministro eléctrico a Finlandia a través de su filial RAO Nordic Oy, alegando “problemas para recibir pagos por la electricidad vendida”, informó Fingrid, la empresa finlandesa que gestiona la red eléctrica.
RAO Nordic Oy había advertido el viernes de que se veía “obligada a suspender la importación de electricidad a partir del 14 de mayo”, en un momento en que las tensiones entre Rusia y Finlandia crecen a raíz del anuncio de esta última de que podría pedir su ingreso en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania.
RAO Nordic Oy aseguró que “ha estado importando electricidad de Rusia a Finlandia y vendiéndola a la bolsa Nord Pool durante muchos años”, y señaló que las ventas efectuadas desde el 6 de mayo aún no se han acreditado con fondos en su cuenta bancaria.
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“Esperamos que la situación mejore pronto y que el comercio de electricidad con Rusia pueda reanudarse”, añadió la filial de la compañía rusa.
Según explicó Fingrid en un comunicado, la electricidad importada desde Rusia supone alrededor del 10 % del consumo total del país nórdico, por lo que el suministro no se ve amenazado por esta decisión.
“Las importaciones que faltan se pueden reemplazar en el mercado de la electricidad importando más electricidad de Suecia y en parte también mediante la producción nacional”, dijo en el comunicado Reima Päivinen, vicepresidente de operaciones de Fingrid.
Inter RAO es el único operador de exportación e importación de electricidad en Rusia, y su principal cliente ha sido históricamente Finlandia.
La “finlandización”, una de las características más duraderas del panorama de seguridad europeo posterior a la Segunda Guerra Mundial, ha quedado obsoleta en cuestión de semanas tras la invasión rusa de Ucrania.
Se trata de una enorme derrota política para Putin. Desde su primera visita oficial a Finlandia, en 2001, invirtió muchos esfuerzos en cultivar relaciones con los políticos y las empresas del país, solo para ver ahora cómo esa política se derrumba en el lapso de unas pocas semanas. Simbólicamente, Finlandia canceló recientemente el proyecto de la central nuclear de Rosatom