Tras conocerse que el régimen de Daniel Ortega busca un acercamiento con el Gobierno de los Estados Unidos para frenar las sanciones impuestas por el país norteamericano, la opositora Alexa Zamora dijo a Artículo 66 que la dictadura busca «maniobrar» debido a la presión internacional.
Referente a la información del diario norteamericano The New York Times que reveló que Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial, habría buscado dialogar con Estados Unidos con el objetivo de conseguir un «alivio de sanciones para su familia» a cambio de las liberación de los presos políticos, la exintegrante del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) recordó que el régimen siempre ha visto a los rehenes de conciencia como «monedas de cambio».
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También calificó de «posición ridícula» cuando el dictador Daniel Ortega despotrica contra el Estados Unidos, «porque se sabe que ese discurso es solo para sus bases —sandinistas— con el fin de mostrarse como hombre fuerte, sin embargo lo tenemos clarísimo que Ortega se encuentra débil ante la comunidad internacional y que las sanciones afectan la sostenibilidad de su régimen».
Zamora recalcó que Daniel Ortega sigue manteniendo su doble discurso con Estados Unidos desde mucho antes de 2018. «A Ortega se le olvida cuando enviaba emisarios a la OEA (Organización de Estados Americanos) y a Estados Unidos a pedir apoyo cuando teníamos otra situación sociopolítica en Nicaragua, pero ahora viene con su discurso mediático a sus adeptos queriendo mostrase fuerte», dijo.
«Sucesión dinástica»
En cuanto a la decisión de la dictadura de Nicaragua de enviar a Laureano Ortega —asesor para las inversiones del Gobierno de Nicaragua—, a buscar un diálogo con EE. UU. y no a ninguno de sus diplomáticos, la crítica del régimen aseveró que se debe a la desconfianza de Ortega a su círculo.
«Hasta pongo en entredicho la confianza que —Ortega y Murillo—puedan tener en sus propios hijos, esto se debe a que el grupo cercano y mediático está constituido por su familia, lo que es básicamente es un sultanato lo que hay en Nicaragua», expresó.
Para la opositora, cuando Ortega habló de relevo dentro del partido no es más que una «sucesión dinástica», «es decir, que va posicionando la figura de Laureano (Ortega) para que ocupe la Presidencia».
«No podemos obviar que Daniel Ortega es un hombre mayor y enfermo y que no ha construido procesos de relevo dentro de las bases sino que controlan dentro de su familia», agregó.
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Por otra parte, subrayó que el régimen está enviando un mensaje político, ya que «aparentemente» Laureano Ortega es la apuesta política de Ortega, «dado que Rosario Murillo no es capaz de cohesionar de la manera que lo hace la figura de Daniel Ortega».
«No olvidemos que ya en el pasado y el presente, Laureano es el enviado para ver las relaciones comerciales. Todas las negociaciones han estado a manos de Laureano», remarcó.
En cuanto a las sanciones al círculo de Ortega, Zamora indicó que no se puede olvidar que lo que mantiene cohesionado al régimen es el tema económico. «no estamos hablando de lealtades ideológicas, sino de personas que tienen intereses económicos y cuando tocas ese tema tan sensible, eso sí o sí afecta al núcleo de Ortega», concluyó.