Después de 40 días de incomunicación, familiares del periodista deportivo y ahora preso político, Miguel Mendoza, pudieron visitarlo por séptima vez en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, donde está recluido desde el 21 de junio de 2021, por supuesta «traición a la patria».
Las autoridades judiciales, bajo las ordenes de la dictadura de Daniel Ortega, permitieron el viernes, 29 de abril, que su compañera de vida, Margin Pozo y uno de sus hermanos pudieran ver a Mendoza por dos horas.
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«Tampoco crean que es una “visita familiar”, estamos vigilados todo el tiempo y acosados por fotógrafos y camarógrafos desde que entramos a recepción», denunció Margin Pozo.
Ramón Mendoza, hermano del reo de conciencia, expresó que «fue una alegría poderlo abrazar, contarle cómo está la familia, principalmente decirle cómo está su hija».
En cuanto a las actuales condiciones en que se encuentra el cronista deportivo, Mendoza informó que «las cosas siguen igual o peor» porque les refirió que se encuentra con problemas de presión alta. «Eso nos preocupa porque puede ocasionarle problemas posteriores».
Destacó que las situaciones son peores para Miguel Mendoza porque ya no es llevado a la clínica médica dentro de «El Nuevo Chipote», sino que es el médico el que llega hasta su celda para revisar su situación de salud. «Eso nos preocupa porque hay más restricciones» señaló.
Continúa en celda de castigo con bajo de peso
Por su parte, Margin Pozo, compañera de vida de Mendoza, dijo que el preso político continúa en celda de castigo y sigue bajo de peso, actualmente pesa 152 libras.
Indicó además que solo lo sacan a tomar sol, una vez a la semana y que la alimentación «no es la mejor, ni la indicada para un paciente crónico (diabetes y ácido úrico)».
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En cuanto al sismo ocurrido el pasado 21 de abril, refirió que Mendoza explicó que no hubo un protocolo de actuación. «Ni siquiera se molestaron en abrir las puertas de las celdas».
Hasta la fecha, el reo de conciencia de 52 años, sigue solicitando ver a su hija, tras ser negado por la justicia orteguista, pese a que hasta sus familiares han solicitado que les permitan encontrarse.
Hostigamiento durante la vista
Otras de las denuncia que hizo Margin Pozo fue que durante la visita, como ha sucedido en las anteriores, los obligaron a quitarse las mascarillas para tomarles fotografías y vídeos.
«La revisiones antes de ingresar a la sala donde él está son extremas, prácticamente te desnudan. Es humillante y mientras conversábamos con él (Miguel Mendoza), nos interrumpieron para decir que evitáramos los abrazos o cercanía. Les preguntamos ¿En qué les afecta eso a ellos?».
Pese a todas las restricciones y a las violaciones a sus derechos, los familiares de Miguel Mendoza afirman que seguirán demandando su libertad. «Es un periodista, no un delincuente. Hoy cumple 313 días de estar sometido en cuatro paredes», añadió Pozo.
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Mendoza está cautivo desde el 21 de junio de 2021. Un día después de su detención, agentes policiales allanaron su vivienda. Según su esposa, lo único que pudieron llevarse ese día fueron los celulares y una cámara (dañada) que el reo político tenía de recuerdo desde hace siete años.
El pasado 16 de febrero la dictadura de Ortega lo condenó a nueve años de cárcel. También fue inhabilitado durante ese mismo periodo para ejercer cargos públicos.