La dictadura de Daniel Ortega, que este miércoles, 27 de abril, recibió una andana de rechazo, incluso de los países que se habían portado «tibios» con su régimen, en la Organización de Estados Americanos (OEA), tras el último manotazo confiscatorio de la sede del organismo en Managua, buscará consuelo de sus cómplices políticos y partidos dictatoriales del hemisferio, que confluyen en el llamado Foro de Sao Paulo.
Según lo informó la vocera gubernamental y vicepresidenta Rosario Murillo, durante su alocución de mediodía de este jueves, 28 de abril, este encuentro se realizará de manera virtual y presencial, en La Habana, Cuba, cuna de los regímenes tiránicos de «izquierda» en el continente.
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Murillo se declaró «contenta» y «orgullosa» de que su dinastía familiar participará en el evento de movimientos sociales, laborales y partidos políticos alineados con la dictadura de los Castro, sin mencionar que en dicha reunión buscarán respaldo político frente al aislamiento internacional que cada día se profundiza más por los abusos y violaciones a los derechos humanos que han sido condenados por la mayoría de países del mundo.
Ortega no va ni donde sus amigos
La portavoz de la dictadura y esposa de Daniel Ortega también dijo que la delegación nicaragüense que los representará en La Habana estará conformada por el presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras; la vicepresidenta del Parlamento Arlen Alonso y por la diputada Amanda Pineda.
«Y estarán también acompañándoles el hermano Orlando Tardencilla y el hermano Michael Campbell. Mañana haciendo nuestro mensaje de saludo al Foro», dijo Rosario Murillo, sin explicar por qué no participa en ese evento político el mismo Ortega, pese a que en Cuba solo estarán sus amigos y no tiene ningún riesgo de protestas en su contra, ni atentados, ni preguntas incómodas de periodistas.
Orlando Tardencilla, uno de los integrantes de esta delegación que irá a Cuba, fue el último embajador de Nicaragua nombrado por Ortega para representar a la dictadura sandinista en la OEA, sin embargo, el Secretario General de la organización, Luis Almagro, no recibió sus cartas credenciales y el embajador sandinista nunca pudo sentarse frente a los representante de los 34 Estados del continente.
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Según se lee en su sitio web, el Foro de Sao Paulo tiene un «compromiso con la democracia», pero aclara que su democracia «debe necesariamente profundizar su carácter popular, directo, participativo y comunitario (…) siempre respetando la autodeterminación de cada pueblo y las particularidades locales», que en la concreta se ha expresado en países con regímenes de partidos únicos y en los que se encarcelan las voces críticas, se censura a la prensa libre y se confisca a los medios de comunicación y propiedades privadas.
Este organismo de partidos y movimientos de izquierda también se declara en «oposición al imperialismo, su proyecto económico neoliberal y sus secuelas como el sufrimiento, la miseria y el retraso de nuestros pueblos», pero no menciona que casualmente los países que tienen dictaduras que se agrupan con ellos es donde hay enormes calamidades, se profundiza la pobreza y los gobernantes se erigen como los «salvadores» de la gente, a cambio de sometimiento, falta de libertades y violencia contra la disidencia.