Los productores musicales Salvador Espinoza y Xóchitl Tapia, dueños de Saxo Producciones, llegaron a Alemania después que el régimen de Daniel Ortega los expulsara del país sin ninguna justificación, en un contexto de acoso contra músicos y voces críticas de la dictadura.
«Gracias. No hay palabras que describan lo que siente mi corazón», escribió en Facebook Norma Iris Espinoza, hermana de Salvador, quien se encuentra en Berlín; adjuntando fotos en las que aparecen todos juntos el viernes, 22 de abril.
Espinoza y Tapia fueron «secuestrados» el 12 de abril, en una redada que incluyó el arresto de otros dos músicos. Después de diez días de detención arbitraria en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), en Managua, conocida como «El Nuevo Chipote», se conoció que el régimen de Ortega los liberó bajo la condición de que salieran del país. Para asegurarse, las autoridades de «El Chipote», pidieron a los familiares de los músicos que compraran los boletos de viaje de la pareja y su hijo de cinco años.
«Diez días de angustia, diez días de tortura. Duele el alma de pensar a los hijos encerrados sin saber nada del estado físico y sicológico en el que se encuentran. Yo tenía pánico. No tenía ninguna noticia sobre cómo podrían estar Salvador y Xochilt», expresó, en ese entonces, la madre de Salvador Espinoza, Norma Rivera.
Las detenciones de Tapia y Espinoza se dieron en un contexto de incremento de la represión gubernamental de cara al cuarto aniversario de la insurrección popular el 19 de abril.
Ambos productores fueron encarcelados en una persecución contra músicos, incluidos Josué Monroy, vocalista de la banda de rock alternativo Monroy & Surmenage, y Leonardo Canales, director del espacio La Antesala. Todos deportados, incluida la artista italiana Emilia Arienti. Al tiempo que le fue prohibido el ingreso a Managua al marimbista Carlos Luis Mejía, integrante de la banda La Cuneta Son Machín.
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Juristas y organizaciones de derechos humanos han denunciado que las expulsiones de Tapia y Espinoza son ilegales. «Las categorías o condición jurídica migratoria de rechazo, la deportación o expulsión de nuestro territorio no es aplicable a los nicaragüenses y en caso de nacionalidad adquirida, tampoco procede sin el estricto cumplimiento de nuestra Constitución Política, instrumentos internacionales de derechos humanos y la Ley General de Migración y Extranjería», denunció el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.