Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, cerró la semana anunciando sus actividades alusivas a la Semana Santa y a la vez aludiendo a la oposición nicaragüense y a los líderes religiosos afirmando que su régimen «vive en paz».
Haciendo uso de su cuestionada «fe religiosa», la primera dama afirmó que sigue «el ejemplo de Jesús». «Desde el ejemplo inspirador de Cristo Jesús que enseña la concordia, que nos muestra la fraternidad; que nos dice qué es saber vivir en paz, que no pregona odio o perversión, al contrario es el Príncipe de la paz y el amor».
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En referencia a las vacaciones por la semana mayor, la portavoz del Gobierno de Ortega dijo que «esta Nicaragua bendita que vive en paz; esta Nicaragua que da gracias a Dios porque vivimos en paz, esta Nicaragua que a partir de hoy se anima, se moviliza a celebrar la pasión y la resurrección de Cristo Jesús».
Recordó que a partir de este viernes, ocho de abril, los trabajadores del Estado entran a vacaciones y regresan el 19 de abril, fecha en que el pueblo de Nicaragua conmemora la rebelión cívica del 2018, que fue reprimida por la Policía y paramilitares, pero que Murillo afirma que lo que hubo en el país fue un intento de «golpe de Estado» contra su dictadura.
«Hoy inician las vacaciones para las familias trabajadoras del Estado, hasta el martes 19 de abril, celebrándonos las victorias, en victorias de la paz, en vitorias de las familias, en victorias de las comunidades. Victoria de un pueblo bueno, un pueblo que cree, un pueblo que confiamos en Dios y esa confianza en Dios no la traiciona nada» enfatizó la vicedictadora.
Según la también esposa del dictador Daniel Ortega, son seis mil actividades para este fin de semana, donde supuestamente se celebra «la vida en paz a como debe ser, la vida con cariño y respeto».
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Además, anunció que el 19 de abril se estará celebrando el Día del Deportista. «Los celebraremos a como debe ser, en paz porque con odio nunca más», sentenció Murillo.
Al acercarse la conmemoración de las protestas sociales de hace cuatro años, el discurso de odio por parte de Rosario Murillo salió a relucir, despotricando contra la Iglesia católica, periodistas independientes, presos políticos y contra el Gobierno de Estados Unidos.
El Gobierno de Daniel Ortega es señalado de ser el actor de crímenes de lesa humanidad contra manifestantes en las protestas sociales del 2018, sin embargo, la dictadura niega los sellamientos y afirma que «es respetuosa de los derechos humanos».