El diputado del partido Libertad y Refundación (Libre), Ramón Barrios, declaró que el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue interceptado por agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés) cuando intentada huir a Nicaragua para evitar ser extraditado a Estados Unidos por narcotráfico.
«Me entrevisté con la comisión, con personeros del Gobierno de Estados Unidos y de la DEA y estos últimos nos confiaron que Hernández intentó entrar a Nicaragua», dijo el parlamentario en entrevista publicada el seis de abril en el periódico hondureño El Tiempo.
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Barrios asegura que «fue inmediatamente después que dejó la Presidencia (…) fue un comando de la DEA que lo siguió y le advirtió que si salía hacia el vecino país lo iban a capturar y se lo iban a llevar». Luego de esa negativa, Hernández decidió abortar su misión y esperar a que procediera su captura y posterior proceso de extradición a Estados Unidos, país que lo vincula con el narcotráfico y el uso de armas.
«Fue entonces que Hernández decidió regresar a su casa y quedarse para dar su última batalla en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y afrontar el proceso de extradición, creyendo que todavía dominaba esa estructura del Estado», añadió Barrios.
El 14 de febrero, la Embajada de Estados Unidos en Honduras solicitó la captura con fines de extradición del exmandatario por tres cargos ligados al narcotráfico, y un día después fue capturado en Tegucigalpa y trasladado al Cuartel de Fuerzas Especiales donde guarda prisión preventiva.
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El 16 de febrero fue presentado ante la Corte Suprema de Justicia para que se conocieran los cargos que se le imputan y un mes después, el 16 de marzo, se desarrolló la audiencia de presentación y proposición de pruebas; ese mismo día el Poder Judicial aprobó la extradición. Estados Unidos le acusa de tres cargos relacionados al tráfico de drogas y el uso de armas.
Hernández, según la acusación, «participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares». Detallan que la droga se movilizó por rutas aéreas y marítimas, y para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala, y finalmente a los Estados Unidos.