El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, reclamó este martes al Consejo de Seguridad de la ONU la expulsión de Rusia o algún tipo de reforma que permita superar el derecho a veto de Moscú y tomar medidas en respuesta a la invasión de su país y detener así la guerra.
“Si no hay otra alternativa, la siguiente opción es que se disuelvan”, dijo Zelenski a los representantes de los quince países que forman el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas.
En un discurso por videoconferencia, el mandatario ucraniano denunció que el Consejo de Seguridad ha demostrado no ser efectivo en esta crisis y advirtió que, si la ONU no actúa, ello supondrá el fin del orden internacional basado en normas.
“Si esto continúa, los países confiarán únicamente en el poder de sus propias fuerzas para asegurar su seguridad y no en la ley internacional o las instituciones internacionales”, señaló un Zelenski visiblemente molesto por la incapacidad del Consejo de Seguridad para tomar decisiones como consecuencia del poder de veto ruso.
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Así, planteó una reforma del Consejo que evite este tipo de situaciones y que dote al órgano de una “representación justa de todas las regiones del mundo”, con verdadera capacidad para detener guerras.
Zelenski propuso además la convocatoria de una “conferencia global” para decidir cómo reformar el sistema mundial de seguridad, cómo establecer garantías para el reconocimiento de las fronteras y cómo hacer cumplir con la ley internacional.
“Tenemos que hacer todo lo posible para dejar a la próxima generación una ONU efectiva, con capacidad para responder preventivamente a problemas de seguridad, impedir agresiones y forzar a los agresores a la paz”, insistió.
En su discurso ante el Consejo de Seguridad, Zelenski denunció las supuestas atrocidades cometidas por las fuerzas rusas en Ucrania, tras haber visitado la localidad de Bucha, escenario de una presunta matanza de civiles.
Según aseguró, “no hay un sólo crimen que (los rusos) no cometieran” en esa población cercana a Kiev, donde Zelenski denunció que se asesinó a civiles “por placer”.
“Cortaron extremidades y gargantas, violaron y mataron a mujeres delante de sus hijos. Les arrancaron la lengua sólo porque el agresor no oyó lo que quería de ellos”, relató sobre lo sufrido por los habitantes de Bucha.
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Zelenski comparó las acciones rusas con las de grupos terroristas como el Estado Islámico (EI) y acusó a Rusia de llevar a cabo una destrucción sistemática de Ucrania.
“La masacre de Bucha es, desgraciadamente, sólo uno de los muchos ejemplos de lo que los ocupantes han estado haciendo”, recalcó.
Zelenski acusó a las autoridades rusas de fabricar todo tipo de historias para tratar de tapar lo sucedido en lugares como Bucha, pero subrayó que su país tiene “pruebas concluyentes” y está facilitando el acceso de periodistas y observadores internacionales para que haya un análisis transparente.
El líder ucraniano defendió que quien ordenara los ataques debe ser juzgado por “crímenes de guerra”, para lo que planteó un proceso en un tribunal internacional.