Coca-Cola anunció este martes la suspensión de sus negocios en Rusia, siguiendo la estela de una larga lista de multinacionales que han decidido dejar el país en respuesta a la invasión de ucrania.
En un breve comunicado, el gigante de los refrescos dijo que seguirá vigilando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias.
“Nuestros corazones están con la gente que está sufriendo los horribles efectos de estos trágicos acontecimientos en Ucrania”, señaló la compañía con sede en Atlanta (Georgia, EE.UU.).
La decisión de Coca-Cola se conoce en el mismo día en que otros símbolos del capitalismo estadounidense como McDonald’s y Starbucks han anunciado también que suspenden sus operaciones en Rusia.
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El gran competidor de Coca-Cola, PepsiCo, también está explorando opciones con su importante negocio en Rusia en respuesta a los repetidos llamamientos a empresas de EE.UU. para que abandonen el país, según adelantó hoy The Wall Street Journal.
PepsiCo, según el Journal, es reacia ahora mismo a parar sus actividades en Rusia, que incluyen un importante negocio lácteo que compró hace una década y que dan trabajo a unas 20.000 personas.
Los llamados a boicotear a McDonald’s, Coca-Cola y PepsiCo han aumentado, pues las empresas no se han unido a las filas de otras grandes firmas globales que han detenido sus operaciones en Rusia.
Tres cadenas de supermercados en Ucrania anunciaron que retirarían los productos de Coca-Cola de sus estantes, mientras que los hashtags #BoycottCocaCola, #BoycottPepsi y #BoycottMcDonalds eran tendencia en Twitter a lo largo del fin de semana, con la promesa de los consumidores de no comprar sus productos mientras continúen haciendo negocios en Rusia.
Docenas de grandes corporaciones, incluidas Apple y Netflix, han dejado de operar en el país desde que hace 10 días el presidente Vladimir Putin lanzó un ataque a gran escala contra Ucrania.