Basándose en el Evangelio de San Lucas, capítulo cuatro, acerca de la tentación que tuvo Jesucristo por el diablo, monseñor Silvio Báez exhortó a la feligresía católica y al pueblo nicaragüense a no dejarse tentar por los deseos mundanos.
En la homilía de este domingo, seis de marzo, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, hizo énfasis en que «los seres humanos nos hacemos daño y dañamos las relaciones con los demás cuando nos aprovechamos de cualquier circunstancia para satisfacer nuestros instintos y deseos egoístas».
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Refiriéndose al contexto social que vive Nicaragua y a los conflictos de poder, Báez dijo que la vida se estropea cuando el ser humano es capaz de «cualquier cosa con tal de obtener un beneficio personal».
Citando la primera tentación que tuvo Jesús en el desierto, donde Satanás lo hostigaba para que «convirtiera las piedras en pan», el prelado dijo que «nunca llegaremos a ser humanos ni felices convirtiendo las piedras en pan; nunca llegaremos a ser humanos ni felices si nos aprovechamos en modo egoísta de las personas y de las cosas, si tenemos un corazón esclavo del deseo de poseer y si vivimos de espaldas a la generosidad y a la comunión».
«El poder es un ídolo mortífero»
Báez, quien vivió de cerca la crisis que vive Nicaragua desde el 2018 a manos del régimen de Daniel Ortega, refirió que «el deseo de imponernos y dominar está presente en todos los seres humanos». Es grande la tentación de someter, de tener a los demás debajo de nosotros, de que prevalezca lo que pensamos y de que todos obedezcan a nuestros deseos».
Aludiendo a la guerra que vive Ucrania, tras la invasión armada de Rusia, el religioso afirmo que «a nivel social, el poder es un ídolo mortífero, delante del cual los tiranos se postran y le ofrecen sacrificios humanos, ya sea emprendiendo criminales guerras de invasión a otros pueblos o imponiendo regímenes de terror sobre sus propios pueblos».

«El diablo le revela a Jesús que el poder, las riquezas y las glorias mundanas son suyas y que él las da a quien lo adora. Por eso, quien tiene poder mundano, lo sepa o no lo sepa, es un ministro del diablo», recalcó.
Monseñor Silvio Báez llamó a resistir las tentaciones del diablo como lo hizo Jesucristo y no permitir el sometimiento de poderes humanos. «Jesús no cedió nunca a la tentación de aprovecharse de Dios, sino que siempre confió amorosamente en él».
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Agregó que Jesucristo no vino a dominar a nadie con la religión, ni a deslumbrar con actos milagrosos. «No quería gente sometida y temerosa, sino personas que libremente descubrieran y acogieran con gratitud el amor de Dios».
El religioso exhortó que la tentación de querer usar a Dios para beneficio propio, está presente en los sistemas políticos «que invocan la religión y mencionan el santo nombre de Dios como sustento ideológico de sus planes siniestros y de sus acciones criminales, negando su santidad y convirtiéndolo en un falso ídolo a su servicio».

«El evangelio de hoy nos enseña que nunca estamos solos en la tentación. Sostenidos por el amor de Jesús, enfrentaremos confiados las luchas interiores de la vida. Iluminados con la luz de la Palabra de Dios, no nos dejaremos engañar por el mal que se nos presenta atractivo y disfrazado de bien», concluyó .
La exhortación de Báez llega en un contexto donde la represión en contra de la oposición en Nicaragua arrecia y la situación en Ucrania se hace más hostil a manos de Rusia. Tanto ortega como Putin persisten en el poder a base de la fuerza y el miedo.