La Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) condenó el respaldo de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo a la Federación de Rusia en su invasión militar a Ucrania y exigió al régimen «rectificar y revertir el rumbo en su política exterior, para bien de todos los nicaragüenses».
El grupo opositor considera que el apoyo del régimen de Managua a las decisiones del presidente ruso, Vladimir Putin, «constituye un verdadero menoscabo a la integridad nacional de Ucrania en detrimento de su soberanía, independencia y autodeterminación, contrario a las sofismáticas imputaciones que en Nicaragua, por dicho hecho punitivo, el orteguismo ha ejercido contra las personas presas políticas».
La organización manifestó que las operaciones militares contra Kiev son «injustificables y violatoria del derecho internacional». Además, demandó un «alto al fuego» y expresó su «solidaridad con el pueblo ucraniano que resiste ante esta violación a su soberanía».
«Deseamos que todas las medidas de apoyo que continúan adoptando los países democráticos del mundo, incluyendo severas sanciones económicas, sean fructíferas en conseguir que las tropas rusas reconozcan la soberanía y autodeterminación de Ucrania y abandonen su territorio», destaca.
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«Las visitas recientes del viceprimer ministro Yuri Borísov, y de una delegación de la Duma Estatal, liderada por su presidente Vyacheslav Volodin, en plena campaña de agresión militar, no hace más que alinear a Nicaragua con un Estado paria y nos condena a sufrir la estela de su creciente aislamiento internacional», añade.
El grupo opositor señaló que el régimen, aunque apoye a su aliado ruso, no conseguirá «desviar la atención del mundo» sobre la grave situación de derechos humanos y «deriva antidemocrática» que vive el país ni la «ilegitimidad del régimen» después de la «farsa electoral» de las elecciones generales del 7 de noviembre de 2021.
«Los gestos de cercanía a Rusia abonan las listas de países del mundo que desconocerán al Gobierno de Nicaragua que tomó posesión el pasado 10 de enero», aseguró la UNAB.