El rector de la Universidad Paulo Freire (UPF), Adrián Meza, se vio obligado a exiliarse luego que el régimen de Nicaragua decidiera cancelar la personalidad jurídica a ese centro al igual que a otras cinco asociaciones universitarias privadas. Esta situación llevó a Meza a refugiarse en Costa Rica.
Según sus declaraciones al medio digital Nicaragua Actual, Meza salió del país para resguardar su integridad física, su libertad y en general, su vida, por ser un crítico del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. «Uno no se puede sentar en el porche de su casa a esperar a que lo lleguen a traer», declaró el especialista en Docencia Universitaria.
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La Asamblea Nacional al servicio de la pareja dictatorial resolvió la cancelación la personalidad jurídica de la universidad acusándola de violar la Ley contra el Lavado de Activos y Financiamiento al Terrorismo. En cuanto a sus estados financieros, la Universidad mencionó que jamás han recibido del Departamento de Registro de Asociaciones del Ministerio de Gobernación, ningún comentario, ni observaciones a sus estados financieros de los años 2017, 2018 y 2019.
«Fui yo personalmente a presentar los estados financieros que la Dirección de Registro de Asociaciones no había querido recibir el año pasado; quisieron que firmara un documento donde yo aceptaba que los estados financieros tenían inconsistencias, pero yo les dije: ¡Si no los han revisado!», declaró el rector.
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Meza aseguró que apoyaba la demanda de los jóvenes desde 2018 y que los estudiantes eran la inspiración de cambio en el país. «Los jóvenes y estudiantes de nuestro país han dado otra vez un ejemplo de cómo los ciudadanos debemos de restaurar las instituciones democráticas y el estado de derecho en nuestro país. Es imposible ser un profesor, dar clases a los estudiantes y a la vez negarse la clase que los estudiantes le están dando a los profesores en todas las universidades», afirmó el docente y especialista en derecho laboral.
Distintos organismos opositores han calificado a Ortega como «enemigo de la autonomía universitaria» y afirman que esta es la nueva maniobra del régimen para «mantener sometido el pensamiento crítico y la libertad de cátedra». Enfatizan en que pretenden eliminar la «posibilidad de expresarse libremente».