El sacerdote Edwing Román se resiste al exilio formal pese a que nombraron un administrador parroquial de la Parroquia San Miguel Arcángel del departamento de de Masaya. Román está en Estados Unidos desde agosto del 2021 por razones médicas.
«No he hecho trámite de asilo, pero soy uno más de los nicaragüenses que no puede regresar debido a las amenazas. No me conviene irme para Nicaragua», dice el padre Edwing.
El prelado argumentó que ha recibido «muchas amenazas, hasta de Rosario Murillo». «La situación en mi país es muy difícil. Feligreses me han dicho que es mejor que me quedé aquí. Es por eso que no tengo fecha de regreso», aseguró.
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«Yo estoy en Estados Unidos con la autorización del cardenal. No creo que la situación en Nicaragua cambie, estamos en momentos muy difíciles», agregó el sacerdote.
El padre Román ha sido uno de los sacerdotes críticos a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En las revueltas sociales de abril 2018 abrió las puertas de la Iglesia para atender a los heridos que dejó la represión estatal.
En la basílica menor de San Sebastián en Diriamba, Carazo, fue golpeado por las turbas sandinistas y paramilitares que ingresaron por la fuerza al templo que daba refugio a un grupo de jóvenes que atendían a los heridos de la operación limpieza ejecutada por la dictadura Ortega-Murillo.