El dictador Daniel Ortega concluyó su primer discurso como nuevo presidente ilegítimo de Nicaragua señalando que hará “borrón y cuenta nueva” a la brutal represión cometida por su régimen en el contexto de las protestas antigubernamentales 2018. Sin embargo, el mandatario no especificó si eso incluye liberar a los presos políticos o sellar su impunidad a sus crímenes. Tampoco explicó si eso incluiría nuevas elecciones para bajarse de la ilegitimidad que le ha declarado la comunidad internacional.
“Hay que seguir luchando lógicamente y nuestra meta es darle continuidad a la marcha que traíamos hasta abril del 18 (2018), borrón y cuenta nueva y vamos adelante queridos hermanos nicaragüenses, construyendo paz para combatir la pobreza (…)”, declaró Ortega, mientras aplaudido por su gabinete, aliados y Juventud Sandinista.
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Previo a esas declaraciones, Ortega describía a su régimen como “defensores” de los derechos humanos de los nicaragüenses y pedía la liberación de los más de 700 presos políticos —según el dictador— que tiene Estados Unidos luego del asalto y protesta en el Congreso de ese país, hace un año.
“¿Qué esperan para ponerlos en libertad a esos 700 presos políticos? Ahí están duros contra ellos”, declaró el dictador, ignorando a los más de 160 reos de conciencia que tiene en las celdas del Chipote, entre los cuales hay personas de la tercera edad con condiciones de salud precarias.
«Y como habrían reaccionado los yanquis si se les dieran actos de terrorismo como los que enfrentamos en el 2018, para ellos no eran actos de terrorismo, para ellos son ciudadanos que asesinaron a más de 40 policías y a más de un centenar, casi dos centenares de ciudadanos y que tuvieron paralizado el país durante varios meses. Para ellos eso no es terrorismo por qué, porque ellos lo organizan el terrorismo. cuando ellos lo organizan, no hay terrorismo más bien es lucha por la democracia, por los derechos humanos», manifestó airado Ortega.
En su discurso, Ortega nuevamente arremetió contra Estados Unidos y la Unión Europea, a quienes les llamó “cobardes” tras las sanciones impuestas a sus funcionarios e hijos. Asimismo se quejó del aislamiento que le han dado los países en el mundo, mismos que han denunciado que las elecciones generales del 7 de noviembre de 2021 fueron fraudulentas.
“El gobierno yanqui, los gobiernos europeos no mandan delegados, pero que mayor orgullo tener aquí a representantes a hombres y mujeres dignas que luchan por la verdadera independencia en sus países”, se quejó Ortega.
En el acto de juramentación solo se hicieron presente los dictadores Nicolás Maduro, de Venezuela; Miguel Díaz-Canel, de Cuba, y el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Además de los representantes de Irán, Árabe Saudí, Estados Unidos y Bolivia.
El expresidente de Guatemala, Marco Vinicio Cerezo y los expresidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y Carlos Mauricio Funes, estos dos últimos prófugos de la justicia salvadoreña y protegidos de Ortega, a quienes les otorgó la nacionalidad nicaragüense.