La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió este jueves, 21 de octubre, un mensaje pastoral en el que recalcan que el respeto a los derechos humanos, la institucionalidad y el estado de derecho son condiciones indispensables para que unas elecciones sean consideradas «justas, libres y transparentes».
El comunicado de la Iglesia llega a menos de dos semanas de las elecciones generales del siete de noviembre, que la oposición democrática y parte de la comunidad internacional han tildado como «farsa» al estar controladas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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«Como lo hemos expresado en diversas ocasiones, una auténtica democracia es el fruto de la aceptación convencida de los valores: la dignidad de toda persona, el respeto a los derechos humanos, la búsqueda del bien común como fin y criterio regulador de la vida política. Si no existe un consenso general sobre estos valores, se pierde el significado de la democracia y se compromete su estabilidad», subraya el mensaje de los obispos católicos en su parte medular.
La jerarquía católica nicaragüense, quien actuó como mediadora en la primera parte del diálogo nacional, también retoma la doctrina social de la Iglesia en este mensaje para recordar que la institucionalidad del país ocupa un lugar central en la vida democrática una nación.
«La institucionalidad no es secundaria en un estado democrático, el cual solo es posible en un estado de derecho, en donde el ejercicio de poder está sujeto a la estricta observancia de la ley y se caracteriza por la independencia y separación de los poderes del Estado», recuerdan los obispos en alusión a los poderes Electoral, Judicial y Legislativo que se encuentran bajo control del oficialismo.
La Iglesia expresó en el comunicado que las condiciones mencionadas en el texto son la garantía para que unas elecciones puedan ser consideradas «democráticas».
VUELTA A 2016, «DECIDIR EN CONCIENCIA»
Los obispos de Nicaragua retoman lo que expresaron hace casi cinco años, ante un proceso electoral general marcado por la falta de garantías democráticas y el control absoluto del partido de gobierno en toda la justa electoral.
«Ante la situación que vivimos, cada nicaragüense decida y actúe desde el interior e inviolable dignidad de su conciencia, libremente, para hacer lo que considere más justo y conveniente en este momento para Nicaragua», puntualizan los obispos.
IGLESIA CERCANA CON LOS QUE SUFREN
Los obispos de Nicaragua así mismo, expresaron que la Iglesia católica tiene un carácter profético que les insta a estar cercano a los que sufren los atropellos de poder en Nicaragua.
«Con corazón de pastores, caminamos en medio del pueblo de Dios, experimentando de su viva voz las difíciles situaciones que vivimos los nicaragüenses (…) De ahí estamos cercanos a los enfermos, a las familias desintegradas por la migración forzada, a los desempleados, refugiados, exiliados, a los privados de libertad y sus familias», dice la jerarquía católica.