Rusia registró en la última jornada 887 muertes por coronavirus, el cuarto día de máximos consecutivos durante toda la pandemia, según los datos publicados hoy por el centro operativo de lucha contra la covid-19.
El día antes murieron 867 pacientes, el miércoles 857 y el martes 852.
Moscú y San Petersburgo son las ciudades que más fallecidos han notificado en las últimas 24 horas, con 64 y 55, respectivamente.
Desde el inicio de la pandemia en el país han muerto 208.142 personas, si bien las cifras oficiales sobre exceso de muertes durante el mismo periodo triplica este número.
Noticia relacionada: Rusia registra más de 800 muertes por covid por quinto día consecutivo
El número de contagios también continúa creciendo, ya que entre jueves y viernes se registraron 24.522 nuevos casos en 85 regiones rusas, 634 más que la jornada anterior.
Se trata del mayor número de contagios desde el pasado 22 de julio.
Las autoridades atribuyen el aumento de las infecciones al hecho de que actualmente se junta la pandemia con la temporada de gripe, y al dominio de la variante delta, considerada más agresiva.
Sin embargo, también influye que, de momento, únicamente se hayan vacunado 42,3 millones con la pauta completa, de una población de 146 millones de habitantes.
La agencia estadística rusa Rosstat, que emplea una definición más amplia de las muertes causadas por el covid, cifraba en más de 350.000 los decesos vinculados a la pandemia a finales de julio de 2021.
Desde junio, Rusia se ha visto castigada por la contagiosa variante delta y no consigue contener su progresión.
El número de nuevos casos diarios ronda los 20.000 desde hace casi dos semanas. El martes, se habían reportado 21.559 nuevos casos.
Pese a que se han producido varios fármacos locales, la vacunación avanza muy lentamente y, según un recuento de la web Gogov, solo un 28,6% de la población rusa dispone de la pauta completa.
Además, las autoridades han optado por evitar las medidas sanitarias restrictivas, con el fin de proteger la economía, que lleva años estancada.
La mascarilla, que todavía es obligatoria, se usa poco en lugares públicos y las indicaciones de distancia social raramente se respetan.
La ciudad de Moscú, epicentro de la pandemia en Rusia, reconoció la semana pasada una segunda ola de la variante delta tras la vivida a principios de verano, con un aumento del 24% en contagios y del 15% en hospitalizaciones en una semana.