La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, aprovechó el 154 aniversario del natalicio del poeta Rubén Darío para usar los escritos del máximo representante del Modernismo en los ataques que casi a diario vierte contra los grupos de oposición.
Tergiversando los mensajes y asegurando que Darío se adelantaba a los acontecimientos, la vocera del régimen orteguista afirmó que «por supuesto que se quejó (Rubén Darío) como alma buena y como gran escritor y por supuesto que supo anticipar, desde entonces, lo que vendría, lo que ha llegado y lo que nunca más queremos: esa encarnizada lucha entre hermanos y, sobre todo, ese espíritu filibustero y expansionista de quienes pudiendo, como dice Rubén, pudiendo contribuir al desarrollo han contribuido con interferencias; han contribuido a dispersar y destruir y, sobre todo, a llenar el alma de lo peor».
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Pero eso no fue suficiente, Murillo sostuvo que sus adversarios «han contribuido como comerciantes a quienes venden patrias. Comerciantes que alientan esa venta de patria. ¡Qué horror! ¡Qué deshonor! ¡Qué deshonra!».«Aquí (en Nicaragua) con odio nunca más. Esos minúsculos discursos que proclaman odio, conflicto, discordia. ¡Nunca más! Aquí queremos ser ejemplo de concordia, de amor y el amor es reconocer el derecho del prójimo a vivir con dignidad, con bienestar. El amor es reconocernos todos en gran fraternidad como hermanos».
Murillo, quien alude a la unidad, pero su discurso es contrario, dividió al país en dos y a los que siguen a su dictadura los calificó como «nicaragüenses de verdad». «Un pueblo que exige respeto a nuestra hermandad, a nuestra decisión de caminar con honor y dignidad nacional, respeto a nuestras decisiones, a nuestros caminos y nuestros modelos y respeto más que todo a la voluntad, a la determinación de los nicaragüenses de verdad, aquellos que somos patria bendita y patria solidaria y patria cristiana y patria fraternal y patria libre», recalcó.
Y a ese grupo es que igualmente ubicó como dignos representantes del poeta universal. «Todos somos hijos de Rubén. Todos los que amamos Nicaragua, todos los que nos sentimos nicaragüenses, todos los que sabemos que Nicaragua es respeto y de todos aquellos omnipresentes en todo el mundo. Ojalá que todos nos unamos alrededor de ese clamor que es un deber además, una responsabilidad de sobrevivencia de la especie humana: priorizar la paz, priorizar la convivencia protagonista, la cooperación complementaria, solidaria», mencionó Murillo mientras otra vez extendía la mano solicitando ayuda para garantizar la salud, aunque en el país mantiene sus actividades masivas en plena pandemia del COVID-19.
El 15 de enero, Murillo se mostró ofendida por los «memes» que se han viralizado usando al dictador Daniel Ortega por su declamación del poema Sonatina, de Rubén Darío, y a ella, la supuesta musa; como figuras principales de las mofas. Desde ese día, no para de usar la figura de Rubén Darío para seguir con su discurso de ataques constante a la oposición.