Con los tres días extras que el Estado recetó a los servidores públicos en este mes, en total los días feriados nacionales, días regalados y fines de semana suman 120, o sea que de 365 que tiene el año solo se trabajan 245.
Las cuentas son sencillas. 104 fines de semana. Días feriados tenemos en enero uno, marzo o abril, cinco dependiendo la movilidad de la Semana Mayor. Dos en mayo, porque además del primero, el Estado receta el 30 como feriado. Uno más en julio y este año, de los dos contemplados en septiembre, tres más extra. Noviembre, el dos a pesar que no es feriado. Diciembre el 8 y cinco más de las fiestas de Navidad. No se incluyen los encajonados, ni los caprichosos por alguna actividad partidaria.
Según la vocera presidencial, el gobierno egresa en salario y bonificaciones a los servidores públicos, mil millones 600 mil córdobas mensuales, divididos en un promedio de 20 días laborables, significa que el Estado eroga más de 65 millones de córdobas diario que salen de los impuestos que pagamos todos, para mantener una burocracia con obesidad mórbida.

En este promedio no se incluyen los altos salarios en los entes descentralizados como el INSS, INAA, SIBOIF, INE, Banco Central, y otros que tienen sus propios presupuestos que al fin y al cabo son producto de impuestos, cotizaciones de asegurados y empleadores o aportes de la banca privada y otras financieras.
Según analistas, cada día que el régimen cierra, se dejan de percibir entre 15 a 25 millones de dólares diario que afectan la escuálida, deprimida y enferma economía nacional.
Nicaragua, a pesar de su extrema pobreza, es uno de los países de América Latina que tiene más días feriados nacionales y locales.
Noticias relacionadas: Rosario Murillo sirve a los nicaragüenses «en bandeja de fiestas» para contagio del COVID 19
Estos tres días extras, el régimen espera compensar en parte con el turismo, y otras actividades, aunque con la pandemia, la constante represión, la inseguridad ciudadana y la crisis económica no es posible cumplir sus expectativas.
Pareciera también interés con estas vagaciones, un intento de congraciase con los servidores públicos a sabiendas que las pasarán palmados.
Estos recibieron sus salarios en los primeros días del mes y, al llegar la quincena, estarán como decimos en buen nica, como «talón de guatusa» de tal manera que el ingreso por turismo que se espera, se diluirá en parques, porches, patios sombreados, o una silla frente al televisor con sus respectivos refrigerios.