El secretario general del Ministerio de Salud (Minsa), Carlos Sáenz, desapareció desde el 5 al 11 de mayo con su «reporte diario» sobre la situación del coronavirus en Nicaragua. El delegado del gobierno orteguista volvió a leer el comunicado oficial el martes, 12 de mayo, mismo día en que anunció que desde esa fecha solo presentarán un «reporte semanal».
Esa decisión la catalogan como un error por parte de las autoridades sanitarias del país. El doctor José Luis Borgen, de la Unidad Médica Nicaragüense, señala que la medida de informar semanalmente obedece a la política de «secretismo» implementada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aunque afirma que en todo caso la «ciudadanía no cree en esos datos». Borgen afirma que «entre menos información tenga la población menos cuidado tendrá. Lo que pretenden es que la gente haga sus actividades normales y como si no estuviese sucediendo nada».
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El médico sostiene que eso responde a la política de no ofrecer «información clara, precisa y transparente diaria. Entonces, las medidas de protección se van a relajar y seguirán las aglomeraciones de gente, los festivales, los carnavales, las caminatas y con esto, el virus no se va a contener de ninguna manera y la otra cosa es que se van acomodando los datos a la conveniencia del gobierno»
Borgen destaca que el Observatorio Ciudadano COVID-19, que se encarga de registrar casos confirmados, sospechosos o muertes por el virus, contabiliza más de 1,030 personas afectadas en Nicaragua por el coronavirus y 180 fallecidos, datos que contrastan con los 25 casos que reconoce el Ministerio de Salud, institución que además afirma que solo hay ocho muertes.

Con ello, «en una semana más ellos (el Minsa) van a reconocer solo 32 muertes y a unos 50 casos positivos. Es como ir programando los datos a conveniencia, al mismo tiempo continúan las maniobras de represión y persecución a los médicos y trabajadores que están enviando información desde los hospitales (…) La alta mortalidad la están escondiendo (el gobierno) con los entierros exprés a altas horas de la noche y prohibiéndole a los familiares dar declaraciones y denunciar la situación», advierte Borgen.
«Es una decisión política»
Por su parte, la exministra de Salud de Nicaragua, Lea Guido, recalca que la administración orteguista queda mucho que desear si se le compara con países como España o México, donde además de tener los registros actualizados en línea las autoridades comparecen diariamente y si es posible varias veces en el día para informar sobre la pandemia.
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Guido menciona que «mientras más informada está la población, menos angustia hay. Debe haber transparencia porque la vigilancia de las enfermedades es la inteligencia para comprender su evolución y actuar adecuadamente, no solo para el Ministerio de la Salud que es el organismo rector pues también es importante para que la población sepa qué medidas tomar en cada etapa de la enfermedad».
La especialista afirma que ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) el gobierno debe ofrecer semanalmente un informe sobre los casos, decesos, los grupos etarios más afectados, las hospitalizaciones y la cantidad de pruebas realizadas por COVID-19, lo cual «no impide que a la población se le informe a diario. El gobierno debe tener informada a la ciudadanía. Esa es una decisión política de este gobierno».
La extitular de Salud añade que en estos momentos los nicaragüenses «deben actuar como si ya tuvieran el coronavirus y tomar todas las medidas de agua, de higiene, de gestión de residuos, etcétera. Igualmente, el gobierno debe asegurar a los trabajadores de la Salud que tengan toda la información vinculada a su área así como garantizar el equipo de protección. Lo que causa más angustia es el no saber».
El Minsa omitió el número de recuperados y camufló el contagio comunitario. Además, achacó otras patologías previas al empeoramiento en la condición médica de los casos positivos que forman parte de sus estadísticas. Mientras en Nicaragua crecen los entierros nocturnos y el gobierno sigue apostando a la actividades masivas y a mostrar un país con «normalidad» que no para frente a una emergencia sanitaria mundial.
Si el gobierno nicaragüense, a través de su Ministerio de Salud, reporta pocos casos positivos y pocas muertes (lo cual el mundo entero NO CREE) por la pandemia del COVID 19; por qué entonces Ortega reclama que se le eliminen las sanciones económicas a Nicaragua y justifica esa petición poniendo como ”pretexto” la pandemia. Parece algo contradictorio eso!!!
El observatorio plantea otras cifras ,pero no demuestra o pone las pruebas sobre la mesa ,entones critica al gobierno y no ve su cola..
En pocas palabras evidencias, no parloteo de vieja chismosa de barrio,que demuestre los 1000 y pico de casos que dice son positivos “nombres ,apellidos ,dirección ,etc…
Que difícil es hablarte sin ofender tu inteligencia Leo pero no hay más ciego que el que no quiere ver, si la venda de tu partidismo no te deja ver la realidad de lo que vivimos 3n 3l país, honestamente espero que no abras la ojos cuando te encuentres enfermo con el Covid-19 tu o alguien de tu familia.