A eso de las dos de la tarde, del miércoles 29 de enero, un grupo de alrededor 80 colonos armados al mando de un sujeto conocido como Kukalón atacó la comunidad Alal, del territorio de Mayangna Sauni, en el municipio de Bonanza, Triángulo Minero, de la Costa Caribe Norte, según denunció Juan Carlos Ocampo, el fundador del movimiento social Prilaka.
Según Ocampo, la comunidad mayangna es habitada por 800 indígenas de 80 familias aproximadamente, de los cuales 10 viviendas fueron quemadas, mientras que seis ciudadanos fueron asesinados y 10 comunitarios secuestrados de quienes “las autoridades territoriales suponen que también han sido asesinados”, señaló.
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En esa misma línea, el fundador del movimiento de derechos humanos indígena detalló que “la mayoría de niños, mujeres y jóvenes de la comunidad han huido al bosque y la comunidad se encuentra totalmente indefensa”.
Gustavo Sebastián Lino, presidente del Gobierno Territorial Mayangna Sauni As, denunció la masacre y refirió a Artículo 66 que la información reportada en las horas de la noche se mantiene y detalló que dos de los seis asesinados son Juan Emilio Devis y Samuel Gutiérrez; mientras de los desaparecidos son identificados como Tránsito Meza, Víctor Díaz, Ecunides Miguel, Lunicio Hernández, Martín Miguel José, Carlos Martín, Maciano Miguel y Miguel Dixon.
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Lino recalcó que en estos momentos una comisión conformada por las autoridades territoriales y líderes comunitarios, guardabosques y miembros Policía Nacional “está entrando a la comunidad de Alal para recabar información más detallada de lo acontecido”.
Mientras, Ocampo reveló que la comunidad de Alal ya había recibido amenazas por parte de los colonos. “A finales de noviembre, las autoridades del territorio de Mayangna Sauni As, ya habían hecho denuncias públicas de las amenazas y las invasiones en marcha”. Sin embargo, lamentó que “el Estado de Nicaragua una vez más hizo caso omiso al llamado de protección realizados desde las comunidades”.
El fundador del Movimiento Prilaka aseveró que “estas violaciones de derechos de comunitarios Mayangnas constituyen un crimen de lesa humanidad, que se producen debido a que el Estado de Nicaragua no ha asumido sus responsabilidades legales en la tutela de los derechos de las comunidades indígenas en Nicaragua”.